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Segundos antes de que Miley Cyrus le dijera “pelotudo” porque no la saludó cuando pasó frente a ella, al momento de recoger su trofeo de astronauta en la reciente ceremonia de los premios MTV, Ed Sheeran fue ganador del “mejor video de artista masculino” gracias al de Sing (primer corte del disco X), para el que Pharrell Williams prestó su voz y su sapiencia en la producción. “Lo sigo desde la época de N.E.R.D.”, asegura el cantautor inglés que hace ocho semanas es número 1 de ventas en su país. “En unos Grammy le comenté que lo admiraba, y Pharrell dijo lo mismo de mí, por lo que lo invité a participar en mi nuevo álbum. Con él logré algo que no había hecho antes: mi primer sencillo bailable.”

El segundo disco del colorado de 23 años está notablemente influido por la música urbana estadounidense, al punto de que The Miseducation, de Lauryn Hill, se tornó en una de sus referencias durante su hechura. No obstante, la secuela de + no se desaferra de aquel folk, con un pie en el pop y otro en el indie, que bien supo labrar. Aunque salió a la venta en junio, a tres años de +, todo apunta a que x, en el que también metió mano Rick Rubin, superará el éxito de su ópera prima.

Sheeran ya se abrochó el cinturón de seguridad para el inminente impacto: “Los segundos discos, en general, se hacen con muy poca planificación y pueden impulsar o destruir una carrera”, advierte el músico que anunció el viernes, a través de su cuenta en Twitter, que vendrá a Argentina en el primer trimestre de 2015. Antes de eso, dará cuatro conciertos en el 02 Arena de Londres para rubricar su éxito en el Reino Unido, luego de una gira de dos meses por Estados Unidos.

Si bien su vida pegó un giro violento en los últimos años, el flamante ídolo inglés, quien fue revelado al mundo por Jamie Foxx, luego de que el actor que ganó el Oscar por su encarnación de Ray Charles descubriera los ep que Sheeran grabó por su cuenta, aún se considera un pibe de barrio. “Es cierto que pasé de los pequeños recitales a los estadios, de las canciones acústicas a las grandes presentaciones, y de los 10 mil discos vendidos a los 100 mil, pero no dejé que eso me afectara. Soy un chico normal que, cada vez que vuelve a casa, tiene un montón de anécdotas para contarles a sus amigos.”