EL BORDO PUBLICA HERMANOS Y DA SU SHOW MáS IMPORTANTE
› Por Lucas Kuperman
Hay muchos hitos que suelen armar la historia de las bandas. La entrada a estudios, el lanzamiento de un gran disco, un ansiado show en un lugar importante. La cuestión crece cuando dos de esos hitos aparecen juntos: así es, precisamente, el momento de El Bordo. La banda de Ale Kurz y compañía acaba de editar Hermanos, su sexto disco, y a la vez está en la víspera: “Es el show más importante de nuestras vidas”. En unos días presentarán esta nueva obra en el estadio Malvinas Argentinas.
Su centro de operaciones es una sala de ensayo histórica de Almagro, con la mística de haber paredes que escucharon cómo se realizaron grandes discos del rock local, como Oktubre, Despedazado por mil partes, y algunos de Pappo. Ahí, también, El Bordo hizo el disco que craneó toda su vida. Obvio, están con los ánimos por las nubes. “Un disco que se llama Hermanos, cuya tapa es una molécula de cinco integrantes –que somos nosotros–, correspondía grabarlo todos en vivo en el mismo lugar, aprovechando la sinergia que se genera cuando estamos tocando en la misma habitación. Es muy distinto que cada uno grabe por su cuenta y lo empatemos después con una computadora. Me parece que se produce algo grosso, y haberlo podido rescatar esta buenísimo”, argumenta Ale Kurz.
Producido por Ale Vázquez, que se copó tanto que hasta ofreció hacer una vaquita para llevar el disco a masterizar afuera, Hermanos no tuvo un concepto tan pensado como el de Historias perdidas, su anterior CD, que era el relato de dos personas separadas por la dictadura. Hermanos tiene la particularidad de haber sido descubierto en el camino. El baterista Migue Soifer recuerda que se barajaban varios nombres con H, como Huellas, pero ninguno tan fuerte como el elegido. El cantante completa: “Me parecía una palabra que nos reflejaba mucho, algo que simboliza la familia que somos. Una vez fuimos a ver a La Renga a Mar del Plata y me invitaron a tocar. Cuando terminó el show los saludamos y nos agarró el Gordo Gaby, el manager. Le agradecimos y nos dijo: ‘¡Qué gracias! Nosotros somos hermanos de la vida’. Ahí nos cerró todo”.
El audio del disco en cierto punto es similar al de algunas bandas que ustedes admiran. Por momento tiene un ambiente un tanto pearljamezco.
Ale: Sí, creo que es una de las bandas que nos atraviesa a todos. Yo soy un fan bastante acérrino de Vedder, me parece un gran artista. Igual nosotros no buscamos emular a nadie. Acá en El Bordo lo importante es que sigamos tocando muchísimos años más. El objetivo siempre es mucho más grande que el de cada uno como individuo. Esto es lo mejor que se nos ocurrió y lo vamos a defender toda la vida.
¿Qué otros artistas les gustan a los cinco?
Leo Kohon(armonicista): Un montón. Muchos clásicos, como Beatles y Stones. También Kings Of Leon y nos gustó mucho el último disco de Arctic Monkeys. Aparte hay mucho efecto contagio: cuando uno cae con un disco que le está volando la cabeza, es muy probable que al mes estemos todos escuchándolo. Pasa lo mismo con películas, series o libros. La cultura es para compartir. Nosotros tenemos ese espíritu, todo lo que sea data que nos pueda sumar como banda, nos gusta.
Migue: Justo antes de entrar a grabar había salido la película Sound City, y fue otra señal. También nos gusta mucho todo lo que tiene que ver con la mafia, Los Soprano, Pablo Escobar, Breaking Bad.
Ale: En una época, estando de gira viajábamos en combi y veíamos Ciudad de Dios todo el tiempo. Nos sabíamos todos los diálogos, ja, ja. Yendo a Salta la debemos haber visto tres veces.
Más allá de la cuestión meramente musical, Hermanos trascendió algunas fronteras importantes. En la previa del Mundial llegó a manos de uno de los volantes del plantel: Fernando Gago, el número 5 de Boca y la Selección, se reconoció como un bordolino más. Un amigo en común les dijo que el jugador venía copado con los discos. Pese al descreimiento, un día cayó con una noticia: “Este viernes tenemos asado en la casa de Gago”. Cuenta Ale: “Fue increíble. Vino al segundo show de la presentación del disco y cayó con la N°5 para regalarnos. Me dijo que si tenía huevos que saliera a tocar con la camiseta puesta. También nos pasó de estar de gira en Santa Fe y que nos mandara mensajes preguntando cómo andábamos. También mandaba notas de voz con canciones nuestras que escuchaba en la habitación para inspirarse. Sentir que fuimos motivación de los jugadores que representan a nuestro país fue increíble. A eso agregale que fue el mejor Mundial que vivimos. Le estamos eternamente agradecidos a la Selección por lo que nos hizo vivir”.
Sábado 4 en Estadio Cubierto Malvinas Argentinas, Gutenberg 350. Desde las 18.
Ale, hace un tiempo sacaste un libro. ¿De dónde surgieron los textos?
–Fue muy lindo. Saqué un libro con poesías sin musicalizar y cosas que tenía en cuadernos. Me ayudó a develar ideas que tengo que a veces no pueden ser canciones. Lo presenté en una sala de teatro del Konex, hice algunas canciones acústicas y vinieron mis hermanos a acompañarme. Fue muy lindo. Para el próximo me gustaría hacer un libro de historias y otras cosas, más que poesías. Igualmente ahora tengo que defender éste y hacer grandes canciones pensando en el próximo disco.
También emprendiste una gira con Santi Aysine de Salta La Banca. ¿Cómo se dio?
–Tenemos amistad con un montón de bandas. Salta la Banca es una de ellas, como Las Pastillas del Abuelo, La Condena de Caín, La Renga. Salió de una idea delirante de hacer una gira en formato acústico y llevarla bien al sur, ya que a veces es difícil ir con toda la banda. Ellos están por hacer el Luna y nosotros el Malvinas, y fue una buena idea para que las canciones tengan más difusión. Es un proyecto súper descontracturado, donde tocamos temas de ambas bandas y algunos covers. Estaría buenísimo que sirviera para sembrar la semilla y poder volver con las bandas.
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