Desde hace un buen tiempo, Humo del Cairo es una de las mejores opciones de rock vivo que ofrece Buenos Aires. Herederos de un sonido, pero de ADN singular, el trío reocupa el espacio discográfico de la mano de su propio sello, Errantes, por el que editan una especial trilogía de EPs. El NO los intercepta en su sala del barrio de Flores, en cuyas paredes conviven Danzig y la hinchada de Boca, durante los ensayos finales para la grabación de la segunda parte del camino abierto por las cinco pistas de Preludio, lanzado este año. “Ese primer EP condicionó un poco a Imaginario, que va a salir en diciembre y que no va a ser un disco físico”, adelanta el guitarrista y cantante Juan Manuel Díaz. “No van a ser tres temas colgados al azar sino la segunda parte de la trilogía. La idea es que el tercero sea un vinilo: un formato diferente cada uno.”

La fundación de Errantes surgió para tener control absoluto del proceso. “Otro sello no puede responder a nuestro capricho de sacar tres EPs en un año, porque es una locura, no conviene económicamente. Queremos ser los únicos intermediarios entre la música y la gente”, expone Juan Manuel. El espíritu del trío se mantuvo inquieto durante todos estos años, con incursiones en calles alternativas como el sludge. Así y todo, es una referencia de la escena stoner argentina, que crece, encuentra sentido en la diversidad, y espera su pequeña cumbre en el Vorterix Stoner Fest, con Ararat y Los Antiguos al frente; además de Humo del Cairo, claro.

Para Juan Manuel, el buen momento es del rock en general: “Se venden entradas, discos, merchandising; la gente está consumiendo mucho rock. El stoner se desarrolló un montón, hay bocha de grupos y sellos. Un amigo que tiene un bar donde tocan bandas de pibes me cuenta que antes eran todas punkies y ahora son stoner, por la rebeldía que conserva y porque es fácil de tocar. Tratamos de mantenernos al margen de las escenas y las etiquetas, hoy Humo del Cairo no responde al género en sí, pero está todo bien. Ninguna de las del festival es la clásica banda stoner, no son tipos tocando en el desierto, y eso es lo copado; hay experiencias setenteras, doom, cosas más pesadas y estamos nosotros, que hacemos rock”.

El bajista Gustavo Bianchi filtra: “La palabra tiene más peso que las supuestas bandas del género. Hay algo que engancha a los que van, que no son ni el metalero de tachas, ni el fumón. Quizás es más stoner el público que la música o los músicos, al movimiento lo hace la gente. A Queens Of The Stone Age los re putearon por abrirse del género, y de repente reventó un Luna Park. Algo cambió en el stoner”.

Sábado 22 en Vorterix Stoner Fest, Federico Lacroze 3455. Desde las 18 con Ararat, Los Antiguos, Las Diferencias y Bhutan.