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“Que la banda toque mientras se hunde el Titanic, pero no ignorar que se está hundiendo”, es una buena frase para definir a Militantes del Clímax, banda porteña de rap fiestero que acaba de lanzar Clímax, su primer disco. “Podés estar de joda sin hacerte el boludo con lo que pasa alrededor; seguir teniendo tu línea, hacerte cargo de lo que sos y pasarla bien sin que tenga que ser todo misoginia y escabio”, define Benjamín “El Abuelo” Gutiérrez, uno de los dos MC del grupo, junto a su colega de mic “Jumpal”.

Hace cinco años que Militantes del Clímax se la pasa boyando por el circuito funkero de Palermo, que incluye juergas temáticas bien definidas como la Fiesta Invasión, en Niceto Club, donde tocan bastante, los clásicos duelos de funk vs cumbia de El Chaperío, en el viejo local de Jorge Newbery, y las jams de Makena. Quienes conocen la banda saben que su mejor versión es el vivo, porque arman una festichola simpática, medio teatral, con dos raperos caminando el escenario, una sección de vientos a lo Maceo Parker y un performer –Franco Bersi– que hace intervenciones temáticas: en una de las últimas fechas interpretó a un Jesús marketinero.

Este primer disco, Clímax, es un manifiesto de funk, rap y hip hop. Según cuenta Gutiérrez, al principio les costó bastante sincronizarse en esas músicas. “Algunos veníamos del rap y otros estaban estudiando carreras de jazz. Supongo que el funk fue el terreno en donde todos nos sentíamos cómodos”, dice. Y explica: “Cuando nos juntamos, los músicos no digerían la idea de ir por el lado del sonido hiphopero, les parecía muy monótono. Hoy tenemos más rap que hip hop”. Cuando se le pregunta cuáles son los raperos que escucha y admira, cita a El Sembrador, Antusapien y El Enano Alex, de Neuquén. Para el show presentación del disco sumarán un coro gospel a su primera Fiesta Clímax y varias sorpresas que, por supuesto, no contarán.

Domingo 23 en Niceto Club, Niceto Vega 5510, a las 23.