Quiero Vale 3 cita al NO en la Federación de Box. Horas después, pisará este sitio el legislador y precandidato presidencial del FpV Jorge Taiana, para un acto de la agrupación Seamos Libres. Las banderas y los bombos empiezan a circular y, aunque los músicos no mencionarán a Taiana, el contexto parece determinante. La política sobrevuela la charla: “Somos parte de una generación musical que tal vez canta más desde el lado de la alegría. Ya no es necesario, como hace diez o quince años atrás, salir a romper todo. Y eso permite contar historias que no tengan que ver con la bronca”, contextualiza Federico Vitale, letrista y cantante de la banda.

Con el rock como eje central, el grupo entrega en su primer disco, No es tan fácil, un combo de canciones gancheras, urbanas y costumbristas que hacen base en el Río de la Plata. Alejandro Balbis pone su sello en la murguera Mi resignación y Piti Fernández (Las Pastillas del Abuelo) lo hace en Claraveinte y vos. “Si a finales de la década del ‘90 salías a cantar una canción de amor, era raro, porque la gente tenía hambre. Hoy hay un montón de cosas que se pudieron resolver y eso da la posibilidad de buscar otras temáticas.”

Sin embargo, eso no quita que tengan preocupaciones, como el panorama actual del circuito musical autogestivo, a pocos días de cumplirse una década de la masacre de Cromañón. “Hay un montón de cosas que mejoraron a partir de eso, como el no uso de pirotecnia en lugares cerrados y las habilitaciones. Pero, al mismo tiempo, en vez de pensar cómo reformar o hacer más seguro un lugar, se termina coartando la posibilidad de tocar y se clausuran centros culturales”, denuncia Vitale y cuenta que asistirán al recital miembros de No Nos Cuenten Cromañón, sobrevivientes de la tragedia. “En la Ciudad de Buenos Aires hay una política cultural excluyente que hace que sea cada vez más difícil tocar. Piensan más en el negocio que en la cultura”, suma el corista Sebastián Prado.

Viernes 21 en Makena, Fitz Roy 1519, a las 20.30.