Promediando el tercer cuarto, Argentina está perdiendo la final del Champions Trophy 2014 contra Australia por 1 a 0. Es un partido duro, de esos en los que el rival juega mejor y el equipo no encuentra respuestas. Las Leonas soportan, además, la presión de la localía. Entonces tienen un corner corto a favor. Como suele suceder en estos casos, una jugadora envía la pelota desde la línea de fondo hacia el borde del área para que otra remate con violencia. En el instante que dura ese pase, Florencia Habif sale disparada hacia el punto del penal, anticipa tanto a sus marcadoras como a sus propias compañeras, estira su palo y llega justo a desviar el potente disparo.

La bocha se clava en el techo del arco con violencia. La arquera australiana no tiene chance de reaccionar ante un cambio de trayectoria tan abrupto: 1 a 1. Luego, Las Leonas se imponen en la tanda de penales y se consagran campeonas una vez más. Es el último partido de la carrera de Luciana Aymar, la mejor jugadora de hockey de todos los tiempos, así que las cámaras se quedan con ella. Pero este título es de Florencia.

La decisión con la que la volante de GEBA fue a buscar la bocha del gol evidencia el carácter de una jugadora sin miedo, dispuesta a ser protagonista incluso a su corta edad. A los 21, Habif es casi una veterana: debutó en la Selección mayor a los 17, ganó el torneo de las 4 Naciones a los 18, se colgó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres a los 20 y acaba de conseguir su segundo Champions Trophy. Ah, en junio participó de su primer Mundial (Las Leonas quedaron terceras), donde fue elegida como la mejor jugadora junior del torneo.

Algunos tienen la bendición de encontrar rápidamente su vocación. Cuando se anotó en el CBC, Florencia duró cuatro clases y luego quedó libre: los compromisos con Las Leonas, obviamente, tiraron más. Para ella, el hockey y la vida son más o menos la misma cosa. Fue así desde chiquita, cuando con Agustina, su hermana mayor, empezaron a ir juntas al club. Se llevan apenas un año, y hoy ambas son parte del plantel de la Selección. Sus hermanos también juegan. ¿Y su novio? ¡También! Gonzalo Peillat no sólo es uno de los mejores jugadores del país sino del mundo. La pareja se dio su primer beso en un micro, a la vuelta de una gira por Salta, ambos como integrantes de los equipos nacionales Sub-18.

Invariablemente, cada hito de su línea de tiempo parece estar atravesado por el hockey. El domingo pasado agregó uno particularmente importante, empatando un partido que venía torcido y dándole la posibilidad a su ídola de retirarse como campeona. Más no se le puede pedir, aunque tampoco hace falta: con semejante pasión por el deporte, Florencia Habif no necesita que nadie le diga cuáles son sus objetivos.