Dice que le presta atención a lo musical, pero que no tuvo talento para ser músico. Y lo dice con una cadencia ralentizada, repleta de latiguillos que parecieran ser interrupciones que anteceden un remate efectivo. Parece fumado, pero dice que siempre actúa sobrio. Dice que muchos quieren ser comediantes porque, después de ser lindos, todos quieren ser graciosos. Que su búsqueda está en la obsesión que lo obliga a sacarse de adentro todo lo que tiene. Y no dice más. Lo que tiene Félix Buenaventura, comediante que linda con el absurdo y que se destaca entre los seleccionados de Comedy Central, es un pensamiento creativo, que usa para armar chistes o reflexiones sociales que, en general, causan gracia. Y dice que lo hace porque su mamá no entró a su primera presentación porque “justo, este... bueno, eso”, estaban cerrando el lugar y había demasiada policía.

“No se preguntó si me mataban. ‘No, había mucha cana y me fui’, dijo. Por eso estoy acá, mamá, necesito tu atención”, dice Félix y sonríe. Y analiza que el stand up “no es una moda”, sino una forma de arte urbano. Llegó por casualidad. Por videos de George Carlin encontrados en Napster. Tenía 16 años y empezó a darle forma a la idea de comedia que le cuaja: el absurdo y el sembrar la duda con el discurso. Lleva años de perfeccionamiento, estudió clown, giró más de cinco años por España –volvió en 2013– y se trajo un intenso bagaje. Puede vérselo con sus pelos grises al viento o dentro de un traje de oso, hilvanando ideas que, a priori, parecen inconexas. El explica que tiene un punto y que ese rodeo lo distingue: se declara una alternativa al chiste directo.

¿Cualquiera puede hacer stand up?

–Lleva 20 años ser bueno en esto, mi trabajo es que parezca fácil.

Buenaventura es un sagaz observador, pero no le gustan las etiquetas: “No me gusta el absolutismo. Como la mina que dice: ‘Hay 4 tipos de hombre’. No, jodete estúpida, serán los que te tocaron a vos”. Es ácido. Y crítico.

“Dicen que el stand up es observación de la vida cotidiana, pero todo tipo de arte es así. Los conflictos pueden ser más profundos. Explorar, eso me interesa más que si la cuchara salpica cuando la lavás.” Aunque parece despreocupado, excesivamente relajado, tiene una ética propia de lo que la comedia implica: “No hay nada peor que un facho que no se da cuenta de que lo es. Desde un punto de vista político, una comedia está para celebrar la duda y la risa es una limitante. Si se busca la risa sin cuestionar la forma de pensar, si lo hacés sólo por la risa, es un poco pobre”.

* Félix Buenaventura también es parte del ciclo Standuparty de Comedy Central, que lleva a exponentes jóvenes del género a dar “recitales” en fiestas en Niceto Club. El 14/1 estarán Diego Fernández, Verónica Lorca y Fernando Sanjiao. Y el 28/1, Federico Cyrulnik, Federico Simonetti y Malena Guinzburg. En ambos casos, el presentador será Diego Scott.