Ezra es un pibe de 14 años y algo en su cuerpo está cambiando. Le pasan cosas raras, experimenta deseos nuevos, se siente... potente. Es que el despertar sexual se parece al despertar en la Fuerza: Ezra es un aprendiz de Jedi y eje de Star Wars Rebels, la serie animada con la que Disney ya amortiza su última gran adquisición, la saga de La Guerra de las Galaxias.

Este dibujo animado no sólo es el aperitivo del Episodio VII (que ya tiene trailer y fecha de estreno, diciembre de 2015), también muestra qué tiene Disney en mente para la franquicia: una nueva trilogía, spinoffs “solistas” –sobre Boba Fett, Han Solo, Yoda y Obi-Wan Kenobi–, otra serie animada (la tercera de la saga, tras The Clone Wars y Rebels) y hasta una “familización” de los elencos. Es que la pandilla de rebeldes que integra Ezra semeja un grupo parafamiliar bien constituido: hay un Jedi treintañero y amargado (Kanan, “papá” dentro de la nave), una alienígena muy femenina que sermonea a los demás (Hera, “mamá” del grupo) y tres “hermanitos”: el benjamín Ezra; Sabine, una adolescente graffitera y cuestionadora; y Zeb, un alien grandote y protector, cual hermano mayor.

Atención: Rebels cuenta el origen de la Alianza Rebelde, y tener a un teen que enfrenta stormtroopers con una gomera láser como potencial héroe no sólo remeda al Luke Skywalker de la trilogía inicial: también recuerda que el principal peligro para una dictadura (como la de Darth Vader) es que los pibes se le den vuelta.