“En realidad no son temas. Uno sólo tiene estructura, Los animales, pero incluso ahí las melodías son todas improvisadas”, resume Tatiana Heuman, baterista de Ricarda Cometa. Distendidos en los sillones del estudio Los Elefantes, de Lito Vitale (papá de Luciano, uno de los guitarristas del trío), reflexionan las alternativas para abordar y registrar su música: “Tuvimos intentos fallidos para grabar. Funcionar en cuartos separados, con auriculares, era muy raro y poco orgánico”, dice Luciano. “¡A la mierda! Invitamos amigos, armamos una fechita acá y listo, de esa sesión sacamos el disco.”

En 2009, Luciano y Tatiana egresaron del secundario y conocieron al otro guitarrista, Jorge Espinal, en un taller de improvisación. En esa primera encarnación sin nombre hacían una impro “más abstracta, con más texturas, centrada en los silencios y los timbres de los instrumentos”, dice Luciano, que alternaba contrabajo y flauta traversa, mientras Tatiana tocaba trompeta. “Es gracioso porque cada vez que hacemos un viaje para tocar, hay explosión interna de banda y surgen caminos nuevos”, suelta Jorge: después de su paso por el Festival de Arte Sonoro Tsonami en Valparaíso, Chile, cambiaron la instrumentación y el enfoque.

Al momento de grabar, la lista de temas decía cosas como “cumbia”, “libre”, “afro I” o “sin chapa”, todos conceptos que disparaban dónde ir. Por caso, el “sin-chapa”, que en el disco mantuvo ese nombre, refiere a que es el único tema sin su sello distintivo: piezas de metal que atraviesan las cuerdas a la altura de las pick-ups, juegan el rol de puente y sacan nuevas sonoridades. No necesitan pedales: ya la chapa hace bastante mierda el sonido. “Los tonos que brinda pueden permitir mayor o menor vibración, mantener más o menos la afinación. Pero siempre tiene un carácter percusivo”, explica Jorge, que dio con las cualidades de la pieza metálica al probar sonidos alternativos y técnicas extendidas en la guitarra.

Ricarda Cometa salió en 2013 vía Jardinista Recs, sello de Juampi Subh (Darío Dubois Dúo): “Nos copa lo que hace, y sabíamos que si sacábamos un disco, tenía que ser con él. Nos gusta ese empeño que le pone a la creación del objeto”. El arte de tapa, multicolor y perturbador, es de Hideyuki Katsumata, artista japonés al que conocieron por Facebook y que dibujó esa “explosión espiritual” mientras escuchaba el disco en repeat. Otro que flasheó con ellos fue el neoyorquino Ryan Walsh, que los vio mientras giraba por Buenos Aires y los sumó al compilado South America is Part of the Problem, para el que contribuyeron con Temblor, que les había quedado olvidado: “Lo habremos tocado en alguna fecha, pero quedó tapado”.

* Jueves 12 en la presentación de South America is Part of the Problem en C.C. Matienzo, Pringles 1249. Desde las 21 con Coso, El Bien, El Mal, Calato, Olfa Meocorde y RRayen.