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Jueves, 26 de marzo de 2015

SI CHARLI XCX ES UN PECADO, BIENVENIDOS AL INFIERNO

“Cuando era chiquita, pensaba que las Spice Girls eran mis mejores amigas”

En el fabuloso Sucker, la Reina Londinense del teen pop facturó una de las colecciones de pop chicloso más excitantes de estos tiempos, inspirada en las Spice Girls y en Britney, con ayuda de Rivers Cuomo y canciones sobre la masturbación escondidas en su diario tripero de estrella en ciernes.

 Por Lola Sasturain

“Siempre quise ser artista. Como Kanye West, Britney Spears, ¡realmente quería ser como Britney Spears! Me sentía intrigada por ella, por sus videos... pero realmente fue en raves ilegales y fiestas en depósitos como realmente empecé con la música”, confiesa Charli XCX, nacida Charlotte Aitchison, cosecha ‘92, londinense, morocha, malhablada y enfant terrible indiscutida del pop modelo 14/15. Charli tiene 22 años, pero a los 18, y cuando nadie la conocía, ya había compuesto I Love It, ese himno bolichero gritado al unísono por las suecas Icona Pop. “No me quedé con esa canción porque no iba... pasé mucho tiempo trabajando en mi primer álbum, mucho esfuerzo, y simplemente la canción no encajaba, tenía todo un álbum con un sonido muy diferente. Así que cuando las Icona Pop la quisieron y se la vendí me pareció muy correcto, tenían ese sonido.”

Mientras Icona Pop va en vías de ser one hit wonder, la carrera de Charli, si bien frondosa para su edad, recién está despegando. Tiene un disco autofinanciado y grabado por las suyas durante la adolescencia, del cual no hay ninguna evidencia. Su primer disco para un sello grande (Warner, vía Atlantic Records) es de 2013, se llama True Romance y contiene canciones compuestas a lo largo de su adolescencia, que hablan de amor y desamor. Luego vino Fancy, el hit global que coescribió con Iggy Azalea, y donde pone voz al estribillo, con un recordado video que cita a Clueless. Y finalmente, el año pasado llegó Sucker, su álbum consagratorio, que es una bomba atómica pop, pegadiza, excitante, bubblegum pero también compleja, en donde evoluciona de los sonidos más dream pop, vintage y casi witch house de su primer disco al sonido compacto y brilloso de un new beetle rosa chicle andando a 100 kilómetros por hora en una autopista.

Careciendo totalmente de solemnidad y sonando completamente único, Sucker (que fue publicado en Argentina por Warner) es tan notable que llama la atención que Boom Clap haya sido el primer corte, siendo lo más parecido a una balada dentro de un disco repleto de principio a fin de potenciales singles al palo. Líricamente, parece el diario de una chica común convirtiéndose en estrella. Y divirtiéndose mucho.

En London Queen, un hitazo electro/punk/new wave ramonero que es una de las mejores canciones del disco, declama: “Nunca creí que viviría en USA / haciendo las cosas al modo americano / viviendo el sueño como una reina de Londres, OI!”. Charli dice: “Hay mucha ironía y sarcasmo en esa canción. En realidad trata sobre mí, me sentía una total outsider siendo inglesa pero pasando tanto tiempo en Estados Unidos. El efecto buscado es que esa canción remita a los noventa, las series, Clueless, el soundtrack de alguna película”. Es increíble lo mucho que lo logra.

Otra letra controvertida es la de la ochentosa Body of My Own, donde ella prefiere mil veces tocarse antes de acostarse con el muchachito en cuestión. “Es sobre masturbación. En verdad no habla sobre nadie, es más sobre ser una mujer y estar en contacto con el propio cuerpo: una canción de empoderamiento para mujeres.” Con respecto a la línea que habla sobre la heroína en el mismo tema, Charli no se hace cargo: “Me gusta dejarlo a interpretación. Puede ser cualquier cosa que la gente lea, no me importa”.

Con canciones tan impactantes, están todos como locos con esta niña prodigio de la canción pop. Tanto Gwen Stefani como Christina Aguilera solicitaron sus servicios, ¡y Aguilera fue rechazada! Pero no todo es color de rosa: Rivers Cuomo colabora en el álbum: “Cuando me siguió en Twitter fue tipo ‘Wow, cool’. Lo contacté y efectivamente era él. Estaba muy sorprendida de que él quisiera trabajar conmigo”.

Sobre sus álbumes favoritos: “Definitivamente Purple Rain de Prince es uno de ellos. Mi canción favorita es I Would Die 4 U: estoy obsesionada, la escucho una y otra vez. Amo ese disco, es muy icónico. También me encanta el disco de Vanity 6, es una banda de chicas formada por Prince, y cuando era más chica me inspiró mucho el disco de Uffie, Sex Dreams and Denim Jeans, lo amo”. Un clásico, una rareza, un electro francés del nuevo siglo: tal y como se espera de una buena heroína de la generación tumblr (si es que existe tal cosa).

Siendo inglesa, ‘90s bitch y cantante pop, es obligatorio preguntarle por su relación con las Spice Girls: “Dios, ¡son muy importantes! Cuando era chiquita pensaba que ellas eran mis mejores amigas. Yo quería ser Baby Spice. Sí, ya sé”, se ataja del absurdo, siendo ella una morocha de labios negros y polleras a cuadros. “Ellas me hablaban de girl power, me hablaban de moda, ¡me hablaban de amistad! Fueron muy importantes para mí.” Sin embargo, sorprende que con tanta obsesión noventera ésa no sea su era favorita de la música de su país: “Creo que los noventa son increíbles. Las Spice, toda esa fantasía, y también el britpop. Pero en verdad mi era favorita es probablemente ahora. Hay una escena increíble burbujeando en el Reino Unido, por ejemplo estos chicos del colectivo londinense P.C. Music, ¡me encantan! Hacen una música realmente increíble. Son un grupo de los mejores artistas y productores, están llevando las cosas al próximo nivel”.

Casi sin darse cuenta, esta chica ayudó a definir el sonido de la música bolichera de la segunda parte de la década cuando todavía no podía siquiera tomar una cerveza legalmente en los Estados Unidos. Con un ojo llamativamente visionario para reinterpretar referentes de todos los tiempos (un buen ejemplo es Doing It, su hit con Rita Ora, que parece una cruza del más puro eurodance de gimnasio con MGMT), Charli continúa componiendo compulsivamente como desde que tiene 14 años, y ya se está ocupando del sucesor de Sucker. “Va a ser un álbum duro, quiero que sea súper hiperactivo y que tenga mucha electrónica oscura. También va a tener mucho de J-Pop. Y estuve hablando con Mr Oizo, el productor francés (NdR: de Ed Banger Records, sello de Uffie y Justice, entre otros) y trabajar juntos sería cool. Pero falta para que salga, ¡recién estoy empezando!”

Por ahora, Charli se divierte, se come al mundo y así y todo no abandona del todo a la chica de suburbio que es. Sus padres van a casi todos sus shows, mantiene su círculo de amistades de siempre lo más cerca posible y su íntima amiga de Londres es su asistente personal. Y, aunque está lejos de la estrella inglesa for export típica, esta reina londinense siempre se quedará con las raves clandestinas que la vieron nacer como estrella: “Si tengo que elegir, prefiero los clubes del Reino Unido. ¡Es lo que es mío! Es imposible elegir otra cosa, crecí ahí y todos mis amigos están ahí. Y ya sabes, Londres es cool. Y tiene mucha actitud. Así que sí, al fin y al cabo, me quedo con Inglaterra”.

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