La historia de la caricatura ochentosa Gem & The Hologramas cabe perfecto para explicar la carrera de la francesa Yelle: una joven común que cuando sube al escenario se transforma en una heroína y puede hacer frente a cualquier tipo de villano en su mundo holográfico repleto de colores, vestimentas alocadas y placeres pop. Julie Budet, así se llama, vivió muchas aventuras desde que comenzó el furor por su música en 2006. En menos de una década, le sacó el dedo al rap misógino de su país, musicalizó un estilo de baile que se replicó en todo el planeta y hoy, después de haber cruzado la barrera de los 30, apareció con su disco más producido hasta la fecha, Completement Fou (2014), una apuesta aún más bailable, que la traerá por tercera vez a Buenos Aires.

Yelle atiende el Skype desde su casa en el Reino Unido como si estuviera chateando con amigas. Se excusa por no hablar muy fuerte, casi con vergüenza: “Mi trabajo nunca termina. Tengo que preparar mi voz y mi cuerpo para la gira que se viene”, se excusa ante el NO.

Cuesta imaginarte de otra manera. ¿Qué hubieras sido si no fueras música?

–Sería muy obvio responder actriz. De todas maneras, si no fuera porque vivo del arte, estaría en un campo cosechando y rodeada de animales. Parece raro pero crecí en las afueras de Francia, en un lugar muy verde. Como el del arranque de Bastardos sin gloria, pero sin tiros ni muertes, ja ja.

La última vez que hablaste con el NO, te preocupaba que tu música funcionara en todo el mundo, menos en Francia. Ahora llenás lugares grandes en tu país, ¿qué cambió?

–Mi relación con la audiencia local cambió drásticamente. En la época de Safari Disco Club, los franceses no estaban listos para mi música. Con Completement Fou se dio una reacción positiva casi inmediata y arrancaron los shows sold out. Con el tiempo aprendí a ser paciente, es una gran lección: si hacés lo que sentís todo llega.

¿La estética te preocupa más que antes?

–La estética es como un videojuego. Me gusta pensar que cada día es un nivel nuevo en el que hay que elegir qué ropa usar. Arriba del escenario es igual: hay que elegir bien los colores, el brillo, la ropa y el maquillaje para mostrar una imagen poderosa. Cuando era chica me impresionaban los shows de Madonna y Cindy Lauper, sus imágenes me parecían fuertes, más fuertes que las de cualquier rockero con cara de pesado y pose de idiota.

Madonna y Cindy Lauper tienen algo en común con tu estética: no son las chicas que aparecerían en la tapa de Playboy pero se llevan el mundo por delante.

–Somos mujeres poderosas. Es importante tener una conexión entre lo que cantás y cómo te ves, lo aprendí de ellas. Me asumo cómo soy, mi cuerpo me encanta, tengo tetas chiquitas y no me importa. Me gusta dejar eso en claro cuando subo al escenario y les canto a miles de personas, es un mensaje fuerte y verdadero.

En el video de Completement Fou usás tu culo como un tambor, no existe mejor ejemplo de estar cómodo con uno mismo que ése...

–Cuando hablábamos con los realizadores del video surgió esa idea y me encantó. Queríamos expresar el sonido de esa parte porque es muy representativo para la canción y el disco, y ahí dije: “Capaz pueden usar mi culo como redoblante”. Fue muy gracioso, y cuando veo la imagen me encanta, quedó genial.

Complement Fou es un disco aún más electrónico, ¿el show evolucionó?

–Bastante. Agregamos percusión y los que estamos arriba del escenario tenemos cierto sentido coreográfico. Suena más electrónico y bailable. Hay una especie de sincronización simétrica que quedó genial. La gente de allá va a quedar fascinada. Y tranquilos, vamos a tocar A Cause des Garçons, ¡nos encanta repasar los clásicos!

* Sábado 25 en Niceto Club, Niceto Vega 5510. A las 20.