Cada vez que Joaquín Vitola pisa el escenario, queda prendido fuego. “Y es que me siento bastante sexual”, argumenta el cantante de Indios. Por eso no es fortuito que hoy sea el frontman que mejor sabe explotar y explorar ese rol en el indie local, al punto de que se suele cotejar su sex-appeal performático con el de Adrián Dárgelos. “No me parece odiosa la comparación. Ese momento explícito es divertido.” Justamente, el vocalista de Babasónicos fue el primer referente del rock argentino que confió en el grupo rosarino y le tendió una mano. “Los teloneamos en Malvinas Argentinas, cuando recién llegamos a Buenos Aires”, evoca Guillermo Montironi, bajista del sexteto: “Fue un show bisagra”.

Un año después de su lanzamiento, Indios presentó en noviembre pasado su disco debut, titulado de manera homónima, con un show en La Trastienda Club. “Nos demoramos porque queríamos que se conocieran las canciones”, justifica Joaco. “Luego de mudarnos acá, comenzamos de cero. Decidimos rodar un poco por la ciudad, descubrir la movida y presentarnos como banda, para luego armar un espectáculo más firme con temas que resonaran.” Si bien pasaron pocos meses de ese recital, la agrupación regresa a la misma sala en estado de transición. “Estamos cerrando la etapa del primer disco, por lo que este show también lo enfocaremos en el nuevo repertorio. Estamos más rockeros y nos metimos con los sintetizadores.”

A pesar de que su segundo disco perderá un poco de ese pop punzante y raudo que lo caracterizó, para ganar en introspección y exuberancia, Indios asegura que no peligrará su esencia: “Nunca vamos a dejar de ser nosotros”, afirma el vocalista del combinado fundado en 2009. “Seguimos grabando de la misma manera, sólo cambió la locación. Nos importa más cómo nos sentimos que la sonoridad. Es la magia de la toma.” Además de abocarse sin prejuicio a la balada, otro rasgo que distingue a la banda que abrirá a Temples el 13/5 en Niceto Club es la prudencia. “Nos gusta mostrar buenas canciones, pero vamos con calma. Queremos demostrar que somos un grupo evolucionado y que crece.”

Aunque posee un don para el hit, el sexteto reconoce en los shows su mayor atractivo. Y eso le permitió firmar contrato con PopArt, lo que a su vez le abrió las puertas para convertirse en uno de los escasos artistas del indie local que rota en radio. “Es válido que exista un prejuicio hacia nosotros. Por eso es importante resaltar el vivo de la banda. Ahí estamos a flor de piel, y no fingimos nada”, explica Vitola. Sin embargo, más allá del buen momento que atraviesa, Indios no le da la espalda a sus orígenes: “Si bien extrañamos nuestra ciudad, debíamos dar ese paso”, afirma Montironi. “En Rosario saben que vinimos en búsqueda de un crecimiento artístico y musical. Siempre que volvemos, tratamos de armar algo lindo, y creo que el público de allá lo ve.”

* Jueves 30 en La Trastienda Club, Balcarce 460. A las 21.