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“La palabra ‘No’ es la palabra de hombre rebelde”, dice Vivian Abesusham sobre la serie Versus de la editorial mexicana Tumbona, mientras su compañera Verónica Gerber asiente cómplice. Hace 10 años que estas escritoras, con un grupo de amigos poetas y ensayistas, decidieron darle forma a esta exquisita y picante editorial, una de las sorpresas de esta Feria del Libro por su capacidad para sacudir mentes como si se tratara de cocteleras.

“Nos interesaba que se generaran dudas sobre ciertos temas que parecen incuestionables, pero no se trata de estar en contra de cualquier cosa, que podría ser un ejercicio banal, sino de plantear realmente si tiene sentido hablar de la originalidad, por ejemplo, como el libro de Jonathan Lethem para la colección, Contra la originalidad. Lo interesante es que en ese libro, Lethem plagia un montón de otros para reforzar su idea, aunque al final cita todas las fuentes que usó. La idea es poner en tensión elementos que parecen intocables”, afirma Verónica sobre el modus operandi de esta editorial rebelde con causa y efecto.

Contra los no fumadores de Richard Klein y Contra los hijos de Lina Meruane (en donde analiza cómo los hijos, en la sociedad actual, se han convertido en verdaderos tiranos, tanto más desagradecidos cuanto más consentidos) son algunos de los títulos de esta serie que sólo es la punta del iceberg de una editorial que busca que el Titanic de las certezas intelectuales naufrague en lo más profundo del océano.

Lo curioso es que se trata de una editorial que surgió en la capital mundial del cualquierismo: “Tardamos diez años en llegar a las librerías argentinas, pero la editorial surgió en Argentina. Es muy significativo y simbólico que volvamos diez años después a celebrar el surgimiento: hicimos un viaje a Buenos Aires en busca de libros, como lectoras, ni siquiera como escritoras. Y acá nos encontramos con un momento muy particular de la política y la cultura argentina, un momento de mucha efervescencia”.

Impregnadas de esa atmósfera de “anarquía y vitalidad”, cuando regresaron a México no sólo volvieron con un montón de libros, sino también con la idea de armar un sello verdaderamente independiente: “En México había una gran monotonía, quizá porque no había realmente necesidad, pero no sucedía nada de eso que pasaba acá en Argentina, donde todo el tiempo veíamos que surgían muchos proyectos independientes, de cine, música o literatura, cosas hechas con pocos recursos pero muy críticas y muy potentes”.

Vivian cuenta que en México las pequeñas librerías están desapareciendo y siendo reemplazadas por las grandes cadenas: “En México desaparece todo, incluso las personas. Es una realidad histórica compleja, compartida quizá de algún modo con toda Latinoamérica, en el sentido de cómo cuando la corrupción se introduce, afecta las costumbres y la vida cotidiana”.

Dice mucho sobre los editores de Tumbona que no publiquen por la editorial: “El riesgo es volvernos demasiado autocomplacientes”, afirman. “También tenemos la colección Anómalos, donde entran títulos que nos parecen inclasificables, otra de narrativa breve, y también tratamos de darle espacio al ensayo.” Cuando Vivian cuenta que esa serie se llama Derivas, queda claro que el situacionismo nutre intelectual y espiritualmente a la editorial.