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Jueves, 21 de mayo de 2015

VERLE LAS CARAS A CRISTOS

Rompecabezas

El ensamble neopsicodélico debuta con un disco volador.

 Por Julio Nusdeo

De las bandas que formaron parte del Festival Sadness semanas atrás, Cristos fue la encargada de abrir el Lado A. “Era temprano, tipo 9 pm. Por ser los primeros, pensamos que no iba a haber nadie, pero salimos y el lugar estaba lleno. Al terminar, desconocidos me decían cosas como ‘Loco, me partió la cabeza’”, recuerda el baterista Germán Guzmán. Es que el sonido de Cristos carga reminiscencias de bandas neopsicodélicas como Spacemen 3 o The Warlocks, donde el bajo y la batería forman un colchón repetitivo sobre el que montan guitarras crocantes que entran y salen como respondiéndole a la voz. “Escuchamos todo tipo de música”, dice Germán. “Cristos abarca una gran franja de gustos, pero a su vez cada canción posee su identidad. Somos muy abiertos a los cambios y momentos que cada uno transita, y eso es importante a la hora de componer.”

La historia de Cristos larga en Quilmes a principio de 2009. David Gutiérrez, ex baterista de Furies, inició la movida con amigos y gustos musicales en común. Con los años, la formación mutó al punto en que “El Davo” dejó los parches por la guitarra, Germán entró en batería, Maxi Pietroni se hizo cargo del bajo, y Carlos Andino y Matías Chairrasco (ambos ex Lenin) se sumaron en guitarra y percusión. “Nunca pudimos dejar de estar ligados a la música”, resuelve Germán, que pasó por Calendar y la banda hardcore Reconcile. Cristos siempre se vio nutrido de amigos, como El Beto, de Sombrero, que habitualmente toca sintes, o Charly Leoni, de Hurricane Heart Attacks, que hizo lo suyo en la guitarra.

El pasado fue un año intenso en el que terminaron de generar su identidad y marcharon directo al estudio, bajo la producción de Norman Mac Loughlin, mitad del dúo precursor del post-rock local Jackson Souvenirs. “Fue muy bueno laburar con él, en especial tener una idea afín a las melodías con las que estábamos”, dice Germán. “Nos gustó mucho el sonido que había sacado en el disco Donde se fabrican las ciudades, de Furies, y de ahí fue que nos decidimos. Hubo un feedback que nos hizo crecer como músicos, estar más aplicados a la ejecución y al sonido.”

El material quedó plasmado en Cristos, recientemente publicado por Sadness. Y por la aproximación a los temas y la contribución de Mac Loughlin es por lo que Germán no ahorra en cumplidos: “Hubo canciones, como Del más allá o Conexión B, que cambiaron y para bien, gracias a su aporte. Los temas eran larguísimos y él ayudó a ordenar; en algún punto estuvo bueno no tener los temas cerrados del todo, los terminamos en el estudio y encontramos algo distinto”.

Domingo 24 en La Casa de María Eugenia, Brasil 444. Desde las 23 con Sum Intro y Pararrayo.

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Imagen: Cecilia Salas
 
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