Si sos fanático de las aventuras gráfica y soñaste con ser Guybrush Threepwood del Monkey Island, o Ben, el enorme motoquero del Full Throttle, o hasta el mismísimo Manny Calavera hurgando entre los recovecos del Grim Fandango, estás de suerte. Hace un tiempo, se pueden disfrutar en Argentina los bien llamados juegos de escape. Tras su consolidación en Japón, donde se organizan partidas en simultáneo para miles de personas en estadios, ahora están teniendo un éxito arrasador en Europa, y se realizan en escenarios impresionantes como la Torre Eiffel. Fue tal el éxito en los último años de los juegos de escape, que tuvieron apariciones en The Big Bang Theory y empresas como Google y Facebook los eligen como una actividad que ayuda a reforzar los lazos entre compañeros.

La historia nacional cuenta que tres grandes amigos “del fútbol, la vida y fundamentalmente el póker” estaban con ganas de iniciar un proyecto novedoso. Así fue que Roy Christensen, Cristian Buono y Diego Pontoriero se toparon con este furor y no tuvieron mejor idea que importarlo. A base de sacrificio, empuje, dedicación y ocho meses de pensar la historia, los acertijos y los enigmas (y una banda de amigos que se ofreció a probar los juegos improvisados en el S.U.M. del edificio de uno de ellos) nació Eureka LEG (Live Escape Game, es decir “juego de escape en vivo”), hoy número uno en la categoría Diversión y Juegos en TripAdvisor, que actualmente tiene sus habitaciones funcionando en Kowalsky Club de Cultura (Billinghurst 835).

El desafío es sencillo de explicar: se juega en equipos de entre dos y seis personas y en menos de una hora hay que resolver los acertijos de cada escenario con la intención de lograr escapar de cada habitación. ¡Atenti! El tiempo pasa mucho más rápido de lo que uno supone estando ahí adentro. Igualmente, en caso de estar un poco trabado, una voz omnisciente trata de guiar con alguna pista. Eureka Leg cuenta con dos habitaciones: “La Oficina de Spencer”, la primera versión del juego en Argentina, donde se tiene que poner la lógica al servicio de resolver los enigmas que se presenten, y “La Venganza”, su secuela, que se desarrolla en el calabozo de una comisaría donde el anhelo por escapar pone los pelos de punta de cada concurrente.

El juego tiene tal éxito que suelen tener casi todo cubierto de jueves a domingo, lo que los obligó a agregar turnos. Igualmente, a no desesperar: ya están en la búsqueda de un nuevo lugar físico que les permita abrir una nueva habitación, ya creada. Y, como si fuera poco, ya hay una cuarta en pleno proceso creativo.