El punk nació en Inglaterra y se comercializó en Estados Unidos, aunque probablemente ningún otro país en el mundo haya generado tantas bandas y tantos fanatismos a lo largo de tanto tiempo como Argentina. No son pocos los que sostienen que los Ramones lograron aquí mucho más éxito que en su Nueva York natal, y la muestra está en todo su legado criollo, que va desde innumerables discos tributo hasta centenas de grupos. Uno es IRA, que a pesar de no asumirse cien por ciento punk está inspirado en la estrella de los Monchos y ahora levantará la bandera del género en Argentina con su desembarco en The Roxy. Después de años de reclusión –producto del pos Cromañón y, sobre todo, del cierre de Cemento, plataforma de lanzamiento del punk popular de los ‘90–, el palo vuelve a recuperar cotas de convocatoria que parecían olvidadas.

IRA lanzó su primer disco en 2010, aunque la gran apuesta fue cuatro años más tarde, a través de Pura sangre, producido por Leo de Cecco, de Attaque 77. “Yo tomaba clases con él y surgió la posibilidad de grabar en el estudio de Attaque en San Fernando. Muy grosso laburar con Leo porque estuvo en todos los detalles y, como premio por terminar el disco, nos invitó a tocar en un festipunk en Groove”, recuerda Diego Paz, batero.

Los dos discos mojonearon la carrera de IRA. Entre ellos puede trazarse el crecimiento de la banda: “Al principio nos costaba mucho encontrar lugares para tocar. Empezamos a hacer base en Melonio, referente del circuito under, y después nos movimos por Club V, Makena o Planta Alta, muchas veces en coproducción con otras bandas, dándonos una mano e inventando ciclos para empujarnos todos”, explica Javier Ariza, uno de los violeros (el otro es Sebastián Taux). La aparición de Pura sangre los empujó a dar el salto decisivo hacia The Roxy. “Pasamos varias veces por ese escenario, siempre como teloneros, y suena de la hostia. Nos jugamos por esta apuesta grande y es una palmada por todo el laburo que venimos haciendo. Queremos que sea una fiesta y que explote el lugar”, dice Sergio, confiado y entusiasmado.

El salto al local palermitano aparece como la conclusión de un proceso evolutivo y, a la vez, como la plataforma de lanzamiento de una nueva etapa, tal vez ya sin etiquetas. “Muchos hoy se definen como punks por haber visto una publicidad o simplemente por pertenecer a algo. Hay tanta info saturándonos que es difícil que un individuo desarrolle un pensamiento auténtico. Hoy sos punk, mañana stone y el fin de semana te hacés fan de Agapornis. Por suerte la llama de la rebeldía sigue encendida en muchos sin importarte mucho la etiqueta que el sistema decida ponerle.”

* Sábado 5 en The Roxy Live. Niceto Vega 5542. A las 24.