Jue 10.12.2015
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SOBRE LA FABULOSA MASTER OF NONE

MAESTRO DE LA CULPA

Aziz Ansari protagoniza este fresco generacional superador de Girls.

› Por Facundo Enrique Soler

La Lo que sobresale en Master of None es la culpa. La serie apareció con su primera temporada en Netflix hace mes y medio, y las redes sociales estallaron en elogios para los diez capítulos en los que Aziz Ansari hace de Dev, un hijo de inmigrantes hindúes de 32 años que vive en Nueva York lidiando con temas amorosos, conflictos internos y cuestiones raciales. La rompió en sitios de críticas como Rotten Tomatoes y Metacritic y el boca en boca repite hasta el hartazgo que la veas. ¿Por qué gusta tanto? Porque genera culpa.

Dev es el reflejo ideal de los postadolescentes cómodos que hoy pasan más tiempo tuiteando que haciendo: sufre trastornos de sobreinformación, su mayor enemigo es la inseguridad y se apena por lo mucho que trabajaron sus padres y lo poco que hace él; pero no hace mucho al respecto. Una serie al fin logró reflejar de la mejor manera a los nacidos en los ‘80 que hoy no saben disfrutar del todo las mieles de la clase media. Y eso es genial.

Dev es un actor amateur en busca de dar el primer gran golpe de su carrera. Sus papás —interpretados por los verdaderos padres de Ansari— le dieron todo: un departamento de lujo, todos los videojuegos y casi ni lo joden por teléfono. Pero él se vive quejando por pavadas como no saber en dónde comer el mejor taco de la ciudad o hasta por dramas existenciales como dar el “sí” en altar frente al amor de su vida. Su grupo de amigos tampoco escapa de un estereotipo que te podés cruzar esta noche en un boliche ondero: un grandulón que le cae bien a todos, un coreano carilindo que siempre le pone buena onda y una morocha lesbiana que es la que más clara la tiene.

Los diez capítulos representan planteos distintos del joven atareado de hoy en día, como tener hijos, la infidelidad, los nuevos formatos familiares y “trabajo por buena plata” versus “trabajo que te llene de felicidad”. Pero la historia central es la que vive Dev con la increíble Rachel, una chica tan hermosa como simpática que trabaja como prensa de artistas abanderados de Pitchfork como Father John Misty. La descripción de cómo vive (y puede llegar a morir) una pareja joven de este milenio es perfecta, entre las dudas, la convivencia, el hartazgo y la sexualidad. Pero la serie también está repleta de chistes y situaciones divertidas, algo así como lo que le faltó a Girls a partir de la tercera temporada, cuando Lena Dunham dejó de ser un reflejo de la juventud clasemediera y se convirtió en un embole.

Master of None todavía no tiene confirmada una segunda temporada pero la demanda de su audiencia puede lograrlo. Es la serie que demostró que Aziz Ansari es más que un actor de gags boludos y complicidad con la cámara como sucedía en Parks & Recreations. Lejos de eso, es un tipo profundo que sabe quién lo ve y cómo contestar a la audiencia del presente. Será la culpa que debe sentir.

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