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Después de un debut envidiable con Innerspeaker y su posterior obra maestra, Lonerism, Kevin Parker lo hizo de nuevo. Volcó todo su talento en poco más de 50 minutos, la rompió con Currents y se quedó con la distinción a mejor disco extranjero de 2015, a esta altura ya casi como un músico solista con una banda de compañeros flashados detrás. A base de atmósferas surrealistas y tremendas canciones como Cause I’m a Man, Let It Happen, The Less I Know the Better, Eventually o el efímero y volador Nangs, su psicodelia beatlefloydeana con toques electrónicos y made in Australia volvió a demostrar que está a la altura de nuevos retos.

Pese al excelente e inobjetable Currents, habría que preguntarse si el crédito de Tame Imapala se corresponde sola y únicamente a su nuevo disco o si hay algunas cuestiones más: la del año que viene será su cuarta visita al país, después de explotar sus respectivas presentaciones en Niceto Club, el Teatro Vorterix y el Music Wins de 2014, y ya se empiezan perfilar entre los clásicos y preferidos de los escenarios argentos.

Igual, los votantes no se quedaron solamente con lo nuevo: también hubo lugar para los clásicos que explotaban en los ya lejanos ‘90. Después de casi 20 años de silencio discográfico, Faith No More hizo salir su Sol Invictus y se quedó con el segundo lugar, con 6 votos. Además, se dieron una vuelta por el Luna Park para presentarlo, lo que también los ubicó entre los shows internacionales preferidos de los músicos argentinos.

En tercer lugar, y a un pasito de los liderados por Patton, se ubicaron tres discos y artistas tan disímiles como geniales (todos con 5 votos). Tras su reunión en 2009, los ingleses de Blur volvieron a estudios y se despacharon con The Magic Whip. Al igual que Faith No More, vinieron a presentar el disco a un Tecnópolis extasiado. Por el lado de Muse, el trío liderado por Matt Bellamy, sus Drones presentaron un mundo inesperado, oscuro y temáticamente conceptual que también supo cautivar al oído nacional y al compadrador de entradas: en octubre pasaron por Complejo al Río. El pop en español también tuvo a su representante: Hasta la raíz, de la mexicana Natalia Lafourcade, logró llegar a más de un corazón sensible, y coronó el año cerrando la terna ubicada en el tercer lugar entre los mejores discos de afuera.