Jueves, 4 de febrero de 2016 | Hoy
EL DEBATE SUBTERRáNEO SOBRE ALZAR LA CABEZA
Las coordinadoras de Radio Colmena y del festival Buenos Aires Rojo Sangre, el cantante de Los Rusos Hijos de Puta, el editor de Nulú Bonsai y el dueño de Plasma y productor de Los Espíritus atacan un dilema de base reciclado por el contexto político y económico.
¿Se puede vivir de la cultura? ¿Hay una manera? ¿Hay chances de hacer carrera? ¿Tienen razón los seguidores de la Escuela de Chicago? ¿Los jóvenes poseen herramientas para llevar adelante una vida emprendedora? ¿Sólo la plata importa? ¿De qué “atraso” hablan y por qué? ¿Cómo mantener un proyecto cultural y no morir en el intento? El filósofo Umberto Eco escribió que los recursos culturales “son fundamentales para nuestro entendimiento mutuo y pacífica convivencia”. Como la cultura no es un concepto inmarcesible, estos testimonios aquí reuinidos reflejan una impresión del momento histórico. ¿Se puede o no se puede?
Natalí Stein, coordinadora general de Radio Colmena: “Sí, se puede vivir de la cultura. Como cualquier trabajo independiente, requiere de mucho esfuerzo, dedicación y poder de adaptación. Una vez que, después de algunos años de trabajo, tu proyecto empieza a crecer, a ganar renombre y estabilidad, se puede apuntar a vivir de eso. Cuando empezamos, todos trabajábamos en otros lugares y nos dedicábamos a la radio en nuestro tiempo libre. O también en los mismos horarios de oficina, pero con carpa. Recién después de cuatro años al aire pudimos armar un esquema para dejar nuestros otros trabajos y dedicarnos a nuestro proyecto. La radio siempre fue autogestionada, por lo que todo lo que ingresa se vuelve a invertir en el mantenimiento y las mejoras del espacio. Este año cumplimos seis al aire y se podría decir que quienes trabajamos en la coordinación tenemos un pie adentro y un pie afuera en lo que se trata de vivir de la cultura. Todos tenemos aparte algún otro trabajo de medio tiempo que nos deja vivir más tranquilos. En general, son trabajos que tienen que ver con lo que hacemos, en producción audiovisual, publicidad o comunicación. Sin embargo, siempre el gran objetivo es poder dedicarnos de lleno al proyecto. De a poco buscamos generar ingresos por fuera de la estructura básica de la radio, con fondos que provengan de subsidios, concursos o publicidad. Aunque siendo una radio por internet, no es sencillo porque es un medio que todavía no está regularizado del todo.”
Julián Desbats, cantante de Los Rusos Hijos de Puta, acaba de publicar su disco solista Tarado: “Cuando asumís el camino de ser músico, y sobre todo de tener tu propia banda e intentar vivir de tus canciones, de entrada ya sabés que es un camino sinuoso y difícil. No es como ir a estudiar a una facultad, que sabés que aprobando tanta cantidad de materias te recibís de algo. Se puede vivir de la cultura en este país, luchando y remando a través del mar de la incertidumbre. Se puede si uno cree fervientemente en lo que hace y siente que tiene algo para decir. Se puede si uno no elige la opción más fácil, la que la mayoría elige vivir: la vida modelo... una casa, dos autos, un microondas, cuatro hijos. Seguramente tengamos mucho menos que nuestro primo contador, pero el alma no se llena con trastos sino con elegir la propia vida. Cada vez estoy más cerca de esto, no sólo porque trabajo día a día por eso sino también porque formo parte de una escena musical gloriosa en cuanto a calidad y variedad. Y todo esto se va tornando posible no sólo por los músicos sino también por el inmenso trabajo de los estudios que te graban por precios razonables, de los periodistas y fotógrafos jóvenes que se ensucian yendo a los recitales, escribiendo crónicas acerca de esto que está pasando, etcétera. Todos hacemos la cultura y si todos nos la tomamos en serio se tornará una cosa seria de una buena vez. Por el momento es una lucha constante vivir de la cultura. Un tire y afloje. Pero acá estamos, bailando con gusto porque hacerte cargo de lo que deseás es tener la convicción de no estar muerto en vida.”
Sebastián Goyeneche, editor de Nulú Bonsai Editora de Arte: “En principio, se puede vivir de la cultura. Pero la pregunta que subyace es otra: ¿queremos vivir de la cultura o hacer cultura? Nosotros en Nulú Bonsai, cuando iniciamos el proyecto con Grau Hertt en 2005, no pensábamos ni remotamente en sostenernos o ganar plata gracias a la editorial, sino en hacer cultura. Hacer en el sentido de que, como todo conglomerado, responde a muchos agentes, y nosotros sentíamos que una parte de la cultura estaba quedando oculta, un sector relacionado directamente con la producción joven y nueva. En literatura, música, en otras artes... Ese fue nuestro motor. Nuestro bagaje cultural viene por el lado de la autogestión, del DIY, porque sabemos que la cultura hegemónica se dedica a acotar el espacio. Es un sistema de necesidades y conveniencias, porque hay agentes mayores que realmente viven de esa cultura. Arrancando desde cero, no formás parte. Hay que inventar la forma. Vas viendo que lo importante no es sostenerse uno, con sus necesidades y comodidades, sino sostener el mecanismo de hacer cultura que uno construyó, y después de 10 años de trabajo muy duro podemos contestar: sí, se puede sostener una máquina de hacer cultura de manera independiente de los grandes agentes, incluido el Estado. Se puede ‘vivir’ de la cultura, en algún momento se logra, más tarde o más temprano. Pero más importante es sostener la forma de hacer la cultura que uno defiende y nuestra lucha está ahí: en el contenido de la cultura que hacemos. Nunca olvidar que el mensaje es lo más importante.”
Ariana Bouzón, coordinadora del Buenos Aires Rojo Sangre y productora de cine independiente: “En los últimos años he trabajado organizando el festival de cine Buenos Aires Rojo Sangre y produciendo películas de forma independiente. En ambos casos me desempeñé ad-honorem. ¡Por voluntad propia, desde ya! Hice una elección: apoyar esa forma de producción, que sólo se basa en la pasión, en la difusión de la cultura y no en el rédito económico. Al no depender de estructuras más grandes, uno tiene una hermosa libertad para producir y trabajar de la forma que considere óptima. También para elegir los contenidos que prefiere contar y mostrar. Opté por esa forma de vida por una cuestión ideológica. La necesidad de difundir y de producir fue más allá del trabajo remunerado. ¿Se puede vivir de la cultura? ¡Seguro que sí! Pero en mi caso, las elecciones que fui tomando no generaron que, como consecuencia, viva de ello.”
Nacho Perotti, dueño de Club Plasma y productor de Los Espíritus: “Se puede vivir de la cultura de manera independiente, lo que resulta prácticamente imposible es poder lograr una estabilidad económica. Siempre que producimos cultura sabemos que estamos trabajando con un alto grado de riesgo económico. No hay certezas, lo que te motiva siempre es la pasión por lo que estás haciendo, lo que te gusta y quizás un poco la adrenalina de no saber qué puede pasar. A mis 18 años inauguramos Club Plasma, que en principio sólo era la idea de un espacio, no tenía desarrollados demasiado claramente los objetivos. Con el tiempo se fue formando un concepto de gestión y logrando que se mantenga estos 14 años. Trabajar en la cultura de manera independiente te obliga a tener que estar muy atento a la corriente actual y al mismo tiempo visibilizar qué es lo que viene, porque los públicos con los que trabajamos y en el contexto del under nunca son estables. En nuestro caso, al estar emplazados en el sur de la ciudad, siempre laburamos con un público específico, que viene a ver lo que sucede. No hay una fórmula para lograr sostenerse, porque si la quedás un poco, cualquier proyecto que lograste hacer caminar caduca en breve. Lo mismo con Los Espíritus: no nos relajamos en todo lo bueno que está pasando. La única manera de sostenerse es con la experiencia. Tampoco hay que tenerle miedo a los fracasos y siempre hay que buscar ampliar las redes de trabajo y la gente con la que podés contar hoy o mañana.”
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