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Jueves, 18 de febrero de 2016

VERANO CALIENTE #8

Acá por La Plata

El destino diagonal de Dee Dee Ramone.

 Por Juan Ignacio Provéndola

Desde La Plata

Hace unos veranos calientes, Dee Dee Ramone decidió mudarse a La Plata. Alejado de su célebre ex banda, había conocido a una argentina en una visita criolla con su proyecto solista, y estuvo con ella para toda la vida. El tenía 43 y ella dulces 16, lo cuál no fue impedimento para que el amor se extendiera en el tiempo y se desplazara por Los Angeles y Amsterdam. Pero media década más tarde, cansados de viajar, en enero de 1999 eligieron para su nido la capital de la provincia de Buenos Aires.

“Argentina es como un desvío en el tiempo”, escribió Dee Dee en una especie de diario íntimo. Le impresionó mucho la catedral, para desgracia de los masones, quienes llenaron la ciudad de signos en infatigable guerra semiótica contra el poder dominante de la arquidiócesis platense y su fastuosa iglesia de Plaza Moreno.

En un reportaje con el NO, a poco de haberse mudado, Dee Dee confesó: “Lo que espero de Argentina es que mi mujer me cuide y los fans me adopten”. Lo primero quedó en el fuero íntimo, lo segundo fue público: a partir de una entrevista extensa en detalles y fotos con un diario platense, su paradero se volvió rastreable y hordas de fanáticos procesaron hacia su descubierta casa en City Bell. El que es argentino y gusta de los Ramones bien puede interpretar la locura que es capaz de desatar la situación. Y el que no, debe mirar la escena del documental Raw en que la banda entra en pánico cuando los ramoneros argentos se abalanzan sobre la combi que los trasladaba del hotel a River, hasta casi volcarla.

La máxima gedenteada la contó Dee Dee: una vez, tuvo que salir a la calle y tocar unas canciones en la criolla para que la gente se fuera. El más Ramone de los Ramones, autor de las mejores canciones, buscaba escaparse de sí en un lugar donde todos lo perseguían. Por eso, la experiencia platense duró sólo un año. “Le hubiese gustado quedarse, pero rompían las pelotas a cada rato”, sinceró Bárbara, su novia.

Hace poco fue presentado en el Concejo Deliberante un proyecto para colocar 27 placas en lugares “vinculados a personalidades cuyo paso por la ciudad ha sido destacado y reconocido internacionalmente”. Una era para El Chacal, bar de 8 y 42 que cobijó el único show de Dee Dee en La Plata. Esa noche, él tocó la guitarra, Bárbara el bajo y Martín Gimeno la batería. Hicieron clásicos del rock y de Ramones. Dee Dee murió en junio de 2002 en Los Angeles, con Bárbara a su lado. Gimeno lo recordó con un dato que nadie imaginaría: “Su sueño era zapar con Keith Richards”.

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