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Son tantos que si quieren hacer un asado después del ensayo tienen que armar dos parrillas (y comprar carne de mamut). Cuando les toca sacarse fotos, siempre les piden que no estén todos en cuadro porque sino parece postal del viaje a Bariloche. En los shows no entran en el escenario y tienen que ir rotando según pasan las canciones. “Cuando pinta el asadito, decimos que sale una bondiola universal”, se ríe Nico Lagreca, bajista, cantante y fundador de Energía Universal (EU!), un inédito colectivo rockero de 30 músicos que acaba de publicar su primer disco, con toques de rock progresivo, pop, country, metal, candombe, jazz, carnavalito y tantos estilos como integrantes.

Si armar el ensayo semanal de un power trío es complicado, meter a treinta tipos en una sala parece imposible. Hay que pensar que al núcleo de violero, bajista y baterista se suman tres teclados, cinco guitarras, tres caños, banjo, flauta, ronroco, percusión, didgeridoo, lap steel y violines. Cantan diez personas, además de las cuatro coreutas fijas. Para tocar necesitan como mínimo 17 micrófonos -con sus respectivos pies- y una consola que parece el tablero de comandos de un Airbus A380.

Energía Universal es un monstruo gestáltico en el que el todo es mayor que la suma de sus partes. Para Lagreca no hay misterio: las cosas salen mejor siendo muchos. “Cuando arrancamos en 2014, yo quería hacer un grupo que se liberara de los egos de cada uno, en el que cada cual hiciera su aporte. Y nos dimos cuenta de que las cosas salen mejor cuando estamos todos involucrados: hay más ideas, viene más gente a los shows, grabás en mejores estudios. Es un descontrol controlado.”

Cuando hicieron el primer disco, a finales del año pasado, se propusieron que fuera “comunitario de verdad”. Por eso les mostraron 20 canciones a sus seguidores (amigos, familiares) para que eligieran las 12 que grabarían. “Me gusta pensar que los temas tienen un olorcito a rock progresivo”, agrega este fanático de Yes y Pink Floyd.

Para los shows hacen una especie de guión, porque pegan una cartulina gigante en donde figura cuando entra y sale cada integrante. Hay entre 9 y 15 músicos por tema, que van rotando, y más gente que se ocupa del vestuario detrás de escena, además de los dos sonidistas, el iluminador, el asistente. Y lo más genuino de Energía Universal es que no tienen pretensiones de que el rock los lleve a ningún lugar de privilegio. “Con tocar cada tres o cuatro meses y llenar el boliche somos felices”, afirma Lagreca. Y no hay un solo motivo para no creerle.

* Sábado 14/5 en La Sala, Díaz Vélez 4820. A las 21.