Rubén Deicas y Marcos Camino dicen que siguen sintiendo un cosquilleo antes de subir al escenario. Pasaron 43 años ininterrumpidos de conciertos, giras por todo el país y 44 discos editados, pero la adrenalina sigue estando. O el “sentimiento”, como lo definen. “Hay algo elemental: el día que cualquier artista no sienta un mínimo cosquilleo es porque ya no siente lo que hace”, lanza Camino, sin vueltas y cruzado de brazos. Su compañero lo mira y mueve sus rulos en aprobación. Aunque sus nombres tal vez no sean conocidos por todos, no hay quien no haya escuchado a Los Palmeras, grupo fundacional de la cumbia santafesina y referencia para todo el que se digne a incursionar en la cumbia.

Alcanza con escuchar canciones como Mi cumbia eres tú (de Un toque diferente, 1997), con el acordeón explosivo y vibrante de Camino al frente, para entender qué pasó después con la movida tropical, Damas Gratis y todo ese fenómeno. En la actualidad, sus primeros discos son investigados por las nuevas generaciones de cumbieros, quienes encuentran ahí la raíz colombiana, las huellas del Cuarteto Imperial o la guitarra mágica de Juan Carlos Denis, luego director musical de Los del Bohío.

A punto de volver a pisar el Gran Rex, se sienten agradecidos por su presente. “Ver cómo la gente se divierte es lo más importante que nos puede pasar. Gracias a Dios el público sigue respondiendo después de tanto tiempo, se ve que hemos hecho las cosas bastante bien. Hemos grabado canciones que han llegado al gusto popular, al corazón de la gente”, repasa Deicas, cantor de voz nocturna.

A Los Palmeras, Santa Fe les quedó chico. Y la movida tropical también. En la última edición del festival de Folklore de Cosquín formaron parte de la Delegación Santafesina y armaron una fiesta en la Próspero Molina. “Representar a la música tropical en Cosquín fue un halago muy grande, una prueba muy importante, era la primera vez que tocábamos en un festival de ese tipo”, cuenta el cantante. “Fue como liberar las emociones. Tenemos muchos años en esto: hemos hecho bailar al abuelo, al papá y ahora al hijo”, suma Camino, ideólogo de la original versión cumbiera de La bestia pop.

Y ahora también la pegan en fiestas porteñas como La Mágica y en un circuito musical antes exclusivo para el rock (Niceto, Konex), un terreno que se abrió en el último lustro con la aparición de orquestas y músicos tropicales paridos en capital.

¿Cómo ven esa movida?

Camino: ¿Te referís a la “cumbia cheta”? Me parece que son modas, como fue en su momento la cumbia villera o después la cumbia rapera y la andina. Hoy está la “cumbia cheta” y ojalá dure mucho tiempo.

Deicas: Es bueno, porque mientras más conjuntos salgan, se va a afianzar este tipo de música. La música tropical está ocupando un lugar muy importante en todo el país.

Camino: Lo que hay que ver también más allá de la formación académica que tengan los músicos es el sentimiento. El sentimiento tiene que estar, se trasunta a través del instrumento un estado emotivo. En nuestro caso es más el sentimiento que lo académico. Y yo digo en broma que nosotros somos como el taco aguja: pasan de moda los zapatos, pero el taco aguja siempre está.

* Domingo 19/6 en Gran Rex, Corrientes 857. A las 21.