Cada cierto tiempo, una banda española aterriza en el país y penetra esta territorialidad. Con esa intención, Love of Lesbian, referentes del indie barcelonés, cruzaron el charco una vez más. En su tercera visita pasaron en plan promocional. Sin embargo, en 2011 debutaron tímidamente en Ciudad Emergente y el año pasado la rompieron en el Roxy. Y justamente fue acá donde tuvieron por primera vez un pogo. Así lo recuerda Jordi Roig, guitarrista y tecladista: “Somos una banda de pop/rock y, de pronto, después de veinte años, ver esa reacción fue algo nuevo”.

Sucedió con Me amo, una canción simple y divertida de Cuentos chinos para niños del Japón. “Me dieron ganas de tirarme al público”, dice Santi Balmes, cantante y guitarrista de esta banda que en unos meses girará por México, Colombia y Chile, y volverá al país a mitad de noviembre. “Nuestro plan estratégico es hacer un Roxy, un Vorterix y tres Luna Park”, bromea Julián Saldarriaga, guitarrista y cantante.

En su nuevo disco, El poeta Halley, primero publicado por la discográfica Warner, colaboró Joan Manuel Serrat. “Estuvimos mariconeando mucho, con lágrimas y todo”, comenta Santi. La historia de la contribución implica algunas carambolas. Tocaron varias veces con Pancho Varona, músico de Joaquín Sabina. Y en uno de esos shows, en Madrid, estaba Candela Serrat, hija del catalán. A partir de ella llegaron a su héroe. “Hizo dos tomas y no faltó nada más, así que luego nos pusimos a hablar del Barcelona”, sigue Julián. Su cooperación ha sido discreta: Love of Lesbian no la destacó en la portada del disco. “Nos importa mucho más que él esté a gusto”, vuelve el guitarrista.

El poeta Halley tiene temas largos, esquivos al hit y también a la inmediatez, a la escucha urgente. “El disco viene así: gordito y denso”, reconoce Jordi. Para entrarle, los Love of Lesbian recomiendan comenzar por Incapacidad moral transitoria, el más rockero y “bajo vientre” de este disco que no sólo fue publicado en CD sino que su fuerte será el vinilo. Y no es su primer intento con el giradiscos: en 1999, sacaron un vinilo con algunas de sus canciones remixadas. “Pretendemos darle un valor a la experiencia musical, nos interesan el significado y el significante”, arremete Julián.

Y ya con un tendal de fama, seguidores y discos a cuestas, Santi reconoce que, pese a fichar con una discográfica, tuvieron control total de su trabajo. Asociada siempre con la independencia, y después de tantos años de habitar esa escena, Love of Lesbian necesitó de esta firma: les vino en el momento exacto. “Hicimos un disco de digestión lenta, sin exigencias, así que nuestra situación es privilegiada”, cierra el líder.