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El anuncio de la nueva entrega de Cazafantasmas trajo polémica. Más allá de las críticas de siempre a darle una vuelta de tuerca a un clásico del cine, se supo que los protagónicos de la película de ciencia fantástica serían para cuatro chicas. “Lo hacen para hacerse los progre”, era la muletilla del cliché de la pavada de la otra pavada en redes sociales. La semana pasada la película llegó a los cines de casi todo el mundo (fue prohibida en China por las leyes anti-espiritistas que rigen allí), y resultó un reboot divertido, fresco, directo y genial.

La historia se borra y comienza de cero: las Cazafantamas se forman de la nada. Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Kate McKinnon y Leslie Jones son caras conocidas de la comedia estadounidense, recurrentes en Saturday Night Live y responsables de la actual imagen de la mujer comediante, como Tina Fey y Amy Poehler, ligada a la verborragia, el intelecto y la complicidad. Las referencias a Ghostbusters (1984) y Ghostbusters II (1989) son inevitables: todo transcurre en Nueva York, hay fantasmas celebres como Pegajoso, y el Ecto I es el modo de transporte. Inclusive aparecen Cazafantasmas de las entregas anteriores: Bill Murray, Dan Aykroyd y Ernie Hudson tienen papeles; y Harold Ramis, último integrante del glorioso cuarteto, que falleció hace dos años, aparece de una manera un tanto emotiva.

Este modelo 2016 respeta la simpleza de entregas anteriores: la brecha que separa el mundo real del fantasmal se rompe y cuatro expertas en la ciencia pero más aún en la demencia usan su intelecto para devolver esos espectros a su hogar. Los efectos especiales, como era de esperar, son de puta madre. Y Paul Feig, el director, hizo mucho hincapié en las dos variantes de la comedia: la física y la intelectual. Por un lado hace reír con las piruetas que los personajes realizan para lograr su cometido (quizás el gancho para los más chicos) y por otro, genera mucha complicidad con gags de libreto (hay un ida y vuelta entre el personaje de Wiig y el de Chris Hemsworth que garpa todo el film).

La revelación, sin dudas, es Holtzmann, interpretada por Kate McKinnon, una Tank Girl rubia experta en la fabricación de armas para cazar fantasmas y con un uso extremo del sinsentido para expresarse en todo orden de la vida. Pero las cuatro cumplen con creces el estribillo que inmortalizó Ray Parker Jr. en la banda sonora de Ghostbusters y que ahora replican Fall Out Boy con Missy Elliot: “¿A quién vas a llamar? ¡A las Cazafantasmas!”