TAN INCLASIFICABLE SU COSMO
Fundiendo los colores en el ruido trae unas canciones fabulosas que muestran la precisión y delicadeza de Pablo de Caro como autor.
› Por José Totah
¿Y si Palacio le pegaba por abajo y ganábamos el Mundial? ¿Y si Scioli salía presidente? ¿Y si Mataplantas no se separaba y terminaba llenando estadios? Si uno se remonta a la primera mitad de los 2000 y revisa aquella escena independiente, encontrará grupos como Interama, Doris o Jaime Sin Tierra, entre muchos. Pero una de las bandas más interesantes de esos años era Mataplantas –ex Bárbara Feldon, con tres discos muy logrados encima–, cuyos integrantes se diseminaron en proyectos que duran hasta hoy: Pablo Malaurie armó carrera solista, Maximiliano García formó El Hipnotizador Romántico y Pablo de Caro lidera Cosmo, que acaba de publicar su tercer disco.
A esta altura, decir que alguien tiene una “sensibilidad especial” para escribir canciones es un poco tirarlo al tacho, sobre todo si se piensa en esa caricatura que se hizo del cantautor con guitarrita y sentimientos supuestamente “a flor de piel”. Pero lo de De Caro es distinto, porque realmente tiene una cuerda muy precisa y delicada para componer, y se nota mucho en Fundiendo los colores en el ruido, el álbum que presentará con Cosmo el 25 de noviembre en Caras y Caretas 2037.
“No es un disco triunfalista”, aclara por si hiciera falta, y también se despega del perfil del rockero promedio. “El rock siempre tuvo una postura ganadora; yo busqué mi propia esencia, una mirada distinta, más amable del asunto”, explica. Las canciones del disco pasean entre la melancolía suave (4 horas), el optimismo atado con alambre (El tiempo perdido) y un manifiesto de lo inclasificable que dice: “Son tan importantes las cosas que le pasan a alguien, tan inclasificables mis cosas no le importan a nadie”.
La sensibilidad, en este caso, no pasa por grandes declaraciones de sentimientos. “Me costó muchos años decir ‘Te amo’ en una canción”, cuenta Pablo, que es hijo del saxofonista de tango Miguel de Caro y hermano del cineasta y guionista Sebastián, cuya última película, 20.000 besos, tuvo música de Cosmo (de chicos, los hermanos tuvieron la banda rockabilly Penélope Glamour). Y además toca la guitarra en El Hipnotizador Romántico, a la vez que Maxi García es bajista en Cosmo.
Se suele pensar que ser independiente hoy es mucho más fácil que en el 2000, cuando no habían medios digitales para agitar fechas y mover discos. Para De Caro no es del todo así: “A muchas bandas Facebook nos está jugando una mala pasada, es engañoso para la difusión: hablás con la nada y encima esperás una respuesta. Nos sigue pareciendo mucho más interesante salir a pegar un afiche”.
* Viernes 25/11 en Caras y Caretas 2037, Sarmiento 2037. A las 21.
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