R.E.Y. KANIBAL, HIP HOP DE CIUDAD EVITA ENTRE EMINEM Y DAMAS GRATIS
Lenguaje explícito
Por Santiago Rial Ungaro
”Ayer nos vinieron a ver dos amigos de Ciudad Evita, dos hermanos que conocemos de toda la vida. Nos contaron: cuando terminó un recital nuestro, salen, van a sacar el auto y saltan unos tipos con otro auto y les dicen: ‘Eh, no me toques el auto’. Bajaron y ahí no más los rompieron a golpes a los dos. Estaban los dos locos ahí, tirados en la calle, y el compact de R.E.Y. Kanibal tirado al lado.” A pesar de la violencia, la música resiste. Quienes cuentan la anécdota son los R.E.Y Kanibal, que con su disco debut, Ciudavitecos, ofrecen la banda sonora de esta realidad. Violenta pero, a pesar de todo, esperanzada. Los ciudavitecos son habitantes de Ciudad Evita, y autores de un disco debut confuso, dramático, autocomplaciente y catártico. Pero, sobre todo, este producido por los Karamelo Santo es un disco voraz: el CD tiene en sus voces uno de sus mayores atractivos. ¿Por qué? Por sus letras, en primera instancia. Quique, frontman del grupo, es un rapero que aprendió a cantar bardeando en una esquina. Así es que durante el transcurso del disco dispara una catarata de insinuaciones tóxicas, sexuales y de protestas políticas, que, como si el efecto de descargarse terminara siendo positivo, permite que también aflore la ternura . Con sus contradictorios estados de ánimo, con momentos oscuros (como el comienzo con “La Matanza”) y momentos inspirados y luminosos, como “El mañanero”: “El mañanero, el mañanero, es el que te deja loco el día entero”.
A su lado, compartiendo la segunda cerveza de la mañana, está Mariano Costa, que además de cantar está a cargo de las programaciones, el bajo, los sintetizadores y los samplers. Música tecno de las calles, el hip hop siempre estuvo cargado de experiencias callejeras, pero también de concepto. El mérito en la producción es el aporte de Mariano: “A los chicos de Karamelo les mostré tres discos para que supieran cuál era la idea de sonido que teníamos en la cabeza: Orishas, Damas Gratis y Eminem. Y a eso se le sumó el aporte de Lucas Villafañe, productor artístico, y el de Goy Ogalde y Diego Apud (todos integrantes de Karamelo Santo). Ellos nos ayudaron a lograr que el disco suene”. La participación de los Karamelo Santo le da al disco un toque pop y latino con otro color a un disco de contrastes fuertes: tiene la violencia y la ternura que afloran en la calle, ese lugar en el que todos vamos por la vida, a los cachetazos y a los abrazos.
Dice Quique: “Las palabras de la calle son la gente que se manifiesta todo el tiempo. En la calle te enterás de las cosas, te das cuenta de qué es lo que va a pasar. Conocés gente muy copada, aunque hay que saber manejarse”. No fue fácil para el grupo, ni lo es actualmente, ser el primer grupo de hip hop de Ciudad Evita. “Somos la primera banda de Ciudad Evita en hacer hip hop. Cuando empezamos a armar la banda nos comíamos el coco. La gente te juzga mucho por el solo hecho de tocar con máquinas. Nos decían siempre lo mismo: ‘Está re-bueno, pero falta algo’. Igual la gente siempre te dice cualquier cosa. Cuando empezamos no nos trataban como una banda sino como a dos muñecos que boqueaban a full. Incluso una vez escuché al Goy (cantante de Karamelo Santo) decir que no éramos una banda. Y la verdad es que éramos dos pelotudos que cantaban, pero ya éramos una banda.”
Por lo pronto, los R.E.Y. Kanibal no están haciendo la pose para la foto ni están demasiado informados sobre las nuevas tendencias. Pero como no son un grupo de MTV, ese termina siendo su punto fuerte. Quique: “Ya está Dante en la MTV. Es re-grosso el chabón, pero a mí no me gusta, no me llega. Creo que nosotros llegamos a conseguir el quiebre de no ser tan repetitivos con todo el resto de las bandas”. Uno de los aportes principales de R.E.Y. Kanibal es el del manejo del idioma, fluido y con oído para captar el lenguaje de la calle, como en El Vendedor, un compilado de tonadas de vendedores ambulantes, fenómeno musical espontáneoy pocas veces explorado, especialmente adaptadas por Quique. “Siempre escuchamos mucho rock en español, y también hip hop en español. Grupos como TTM, Sargento García, Lumumba, Control Machete, Cypress Hill, Ojos de Brujos (hip flamenco). El 70 por ciento de los discos que tengo es de rock en castellano, porque me cabe saber qué es lo que están cantando. Para mí, en un disco de Wu Tang Clan la voz es un instrumento que hace ese ruido, porque no entiendo inglés. Yo sé que quizás me mandan una buena, pero igual prefiero comprarme un disco en habla hispana y saber de qué me están hablando.”