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EL DICHO

“Creo que la piratería por Internet es bárbara, realmente pienso así. No hay nada que nadie pueda hacer al respecto. Estoy seguro de que mi compañía discográfica va a odiar que yo diga esto, lo mismo que mi manager y mi contador.” Robbie Williams confesó haber investigado el tema antes de firmar un contrato con EMI por 80 millones de dólares. El mismo día que Williams dijo esto, se declaró que medio millón de puestos de trabajo de la industria discográfica están en peligro debido a la piratería. Y enseguida salió al cruce la ministra de Cultura británica, Kim Howells: “Al decir que la piratería es una ‘gran idea’, Williams le hace el trabajo a mafias internacionales envueltas en las drogas y la prostitución, quienes encuentran en la piratería musical una excelente forma de lavar sus ganancias”.

EL HECHO

La semana pasada, el gobierno porteño tapió el Parque Rivadavia para iniciar obras de refacción que durarán tres meses. La protesta de los cientos de puesteros que se congregaban allí cada fin de semana no tardó en hacerse escuchar, pero al final la mayoría decidió aceptar la propuestade trasladarse a la zona de Retiro. Con el cierre transitorio del Parque también se anula una posibilidad más que interesante de acceder a discos, revistas y videos a través del trueque, en una feria que nació de forma espontánea hace más de dos décadas. También fue, durante años, una fuente de información musical para los no iniciados: cada domingo a la mañana, en el playón que está a un costado del monumento a Bolívar, se juntaban coleccionistas con altísimos grados de conocimiento/fanatismo. Siempre sobrevoló el fantasma de la piratería y los discos de contrabando, pero en los últimos tiempos eso había sido controlado. Sin embargo, los melómanos ya no están y será difícil que vuelvan cuando todo el parque esté enrejado. Un garrón.