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EL DICHO
“Mientras rodábamos, todas las mañanas a eso de las cinco, me ponía a escuchar Eminem, especialmente la canción ‘The way I am’. Lo admiré durante un tiempo. Siempre creí que la música puede ayudar a componer un personaje. Conecta el intelecto de una manera particular. Con esta película, me di cuenta de que estaba escuchando Eminem más de lo usual.” Daniel Day-Lewis cuenta cómo el rapper de Detroit acompañó sus días de rodaje de Pandillas de Nueva York, la película de Martin Scorsese en que el actor británico interpreta de manera extraordinaria a “Billy the Butcher” (Billy el carnicero), un sangriento caudillo de los tiempos de la fundación de los Estados Unidos, por el que tiene todos los números para llevarse el Oscar a mejor actor. Además de Eminem, Day-Lewis es oyente de Sinead O’Connor, Bach, Nirvana y Snoop Dog.

EL HECHO
A esta altura puede hablarse, ciertamente, de una reactivación de la industria nacional de shows de rock alentada por la devaluación. Después del ostentoso Cosquín Rock, el cronograma de conciertos para el otoño prevé la presentación de algunos peces gordos en escenarios no menos gordos. El 7 y 8 de marzo (bueno, todavía verano), Skay Beilinson tocará en El Teatro, en la primera presentación porteña de su etapa solista. El 29 de marzo Divididos tocará en la cancha de hockey de Obras, un terreno con capacidad para unas 10 mil personas, que durante años estuvo vedado al rock (sobre todo luego de un famoso recital de los Redondos). El 4 de abril, Bersuit llegará al Luna Park, en otro paso de su ascenso popular. Un día después, Babasónicos promete “el show de rock más espectacular” en Obras, en el que se dedicarán a su repertorio más rockero, con invitados y “cosas extrañas”.