EL DICHO
“El hip hop es siempre lo mismo, siempre lo mismo. Puedo hacer un beat y seguir haciéndolo, pero ésa no es la idea. El único artista con el que me gustaría hacer una canción es Coldplay. Son los únicos con los que me gustaría trabajar.” Declaraciones de Timbaland, uno de los productores más codiciados del momento, a MTV. El peso pesado de la nueva música negra acaba de lanzar su tercer disco con el rapper Magoo, Under Construction II, que ya llegó a las discotecas. “Ya no me complace simplemente hacer un disco. Estoy acostumbrado a tener discos número 1, eso no es nada”, se agrandó Timbaland, quien se cruzó con Chris Martin (cantante de Coldplay) en la entrega de los premios MTV. Allí quedaron en hacer algo juntos algún día. En cuanto al proyecto que lo propulsó a la fama –Missy Elliott–, el gordo dijo no entender por qué Missy quiso grabar otro disco, el inminente This is not a Test. “Ella me dijo: ‘Dale, Tim, hagamos otro disco’. Y yo estaba onda: ‘¿Para qué? ¿Para qué lo vamos a hacer?’.” Igual, al final aceptó. Por suerte.

EL HECHO
Está bien: todo tiene que ver con la maquinaria de los medios, la necesidad de noticias, el domingo sin fútbol, bla bla bla... Después del fin de semana pasado, el periodismo ajeno a los hábitos de los jóvenes cayó en la cuenta de la existencia de este festival de música electrónica. Después de la tercera edición porteña de Creamfields (30 mil personas en Puerto Madero, muy buena música, mucha lluvia, pésima organización), los programas de radio y televisión echaron a volar sus fantasmas: Chiche Gelblung, siempre en la vanguardia, insistió en presentar un informetitulado “La fiesta de la pastillita”. Algunos colegas de Samuel se hicieron eco y el tema fue conversación en todas partes. Volviendo a lo importante –el festival–, sería bueno que la próxima vez se atendieran algunos detalles. Por ejemplo: no puede haber una sola puerta y el acceso a la información debería ser libre. Siempre y cuando interese tener una cultura bailable para bailarines, y no para patovicas y mentalidades VIP. O sea, Creamfields 2003 estuvo buenísimo para un 10 por ciento de la concurrencia –figuritas, figurones, estrellas y estrellados con cintitas de colores–; para el 90 por ciento restante –felices y locos, aun bajo la lluvia– resultó una especie de safari de supervivencia.