La suba en los niveles del crimen –de la que dan cuenta los noticieros, con la misma pasión y euforia con la que presentan los goles del fin de semana– hasta ahora no había sido una temática abordada por el rock argentino. Justamente en tal sentido, el sexteto de reggae Marley & The Rottweilers está haciendo historia. Oriundos de la localidad de Bancalari (partido de Tigre), su visión de la música jamaiquina aparece teñida con los reclamos contra la inseguridad y el delito ha cautivado a un público heterogéneo, compuesto por dealers fachos, policías de la Bonaerense fumones, vendedores de rejas electrificadas y conductores de programas de televisión. Desde su concierto debut, en un asalto organizado por la empresa de seguridad privada PurgaPolicial SA, Marley & The Rottweilers se convirtió en un clásico de las fiestas empresariales y policiales de Zona Norte; y su disco Haile Selassie tenía mano dura se ubicó rápidamente en la lista de los más vendidos, gracias a hits irresistibles como Kingston es Pro, Humo dulzón en el country y No woman no cry que ya viene el comando radioeléctrico.

Sin embargo, otras bandas de la escena reggae argentina miran con recelo el fenómeno, ya que consideran “de mal gusto” su cover del hit I Shot the Sheriff, del gran Bob Marley, que en la versión de los Rottweilers aparece revisitada como I shot the punga / aguante el sheriff. De todos modos, el éxito de los Rottweilers parece no detenerse. La prueba es que ya llegaron a RadioTaxi, la FM favorita de los taxistas, merced al hit Me río de los ladris, Jah Jah Jah, cuya letra dice: “En Jamaica nadie afana / (hasta usan dreadlocks los canas). / En cambio, acá, en Bancalari, / aunque seas rastafari, / ponete un ojo en la nuca / o te punguean la tuca. / ¿Cómo no te va a asustar / tanto grito de ‘¡socorro!’, / si en cuanto prendés un porro / ya te vienen a chorear?”.

* Cualquier parecido con la realidad, es fruto de la campaña electoral de la Ciudad de Buenos Aires.