Jue 02.02.2006
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CUCHá, CUCHá

› Por Santiago Rial Ungaro

  • Con un Natas como invitado en la batería, cadencias de metal piazzolesco a lo Pez y un nombre babasónico (de la época de Babasónica), Poseidotica debutó el año pasado con Intramundo, una de las revelaciones del 2005. Partiendo de la formación básica de dos guitarras, bajo y batería, el sonido denso y caótico de Poseidotica se sumerge en las profundidades de la mente y la imaginación en una búsqueda existencial y espiritual. El texto que comenta cada composición deja en claro que esta música, por momentos metalera, por otros tanguera, siempre progresiva y expansiva, es la banda de sonido de un viaje metafísico. En este Intramundo encontramos nueve temas de rock instrumental, mántrico, tántrico, acuático... y poseidótico. Contacto info: poseidotica.com.ar

  • En Dos, Los Open 24 demuestran haberse convertido en un verdadero 24 horas de música funk. Mas cerca de la aproximación jazzera de un Prince que del minimalismo tribal de unos Trouble Funk, el trío es ya un clásico por sus calientes sesiones los viernes en Thelonius: allí juegan de locales Gómez (también baterista de Gördoloco Trío) y los inefables hermanitos Cutaia: Seca al frente cantando y destripando el bajo y Lucas, prendiéndose fuego con una guitarra tan personal como funkadélica que confirma que las bandas de hermanos cuentan con un plus sanguíneo y telepático. Los homenajes a Pescado Rabioso (donde tocaba papi Cutaia) y Si el 6 fuera 9 del segundo disco de Jimi Hendrix Experience son apropiaciones de una banda que supo tener la inteligencia de poner el virtuosismo al servicio del groove.
  • Si William Blake logró ver el infinito en un grano de arena, los Sonotipo empiezan su impecable El sueño de Marlene cantando sobre las cualidades visionarias de ciertas migas. La poesía de Sebastián y Ciro (que cantan sobre ombligos, pies a los que todos desean besar y demás sutilezas de la intimidad anatómica) está puesta en escena con la precisión electrónica y la parsimonia cancionera de un proyecto que nada más busca plasmar sus sueños. Aunque sean los de Marlene, nada menos.

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