La calle que brilla
(Las Trampas de Lily)

Oriundos de la tierra K –Santa Cruz–, y radicados en Capital, sus historias taciturnas y abúlicas parecen haber atravesado el desconsuelo propio de la gran ciudad, donde todo transcurre como en una película. “Hay unos chicos con las manos rotas / de tanto andar buscando / Y unas pibas que quieren perderse / y pasar a mejor vida”, pinta el creativo Miguel Jancich. Así, un aura tanguera –sin bandoneón ni funyis– recorre completo La calle que brilla, cuya locomotora sonora se detiene en diversas estaciones rítmicas: folks sensibles, rhythm and blues, baladas y rockitos melodiosos. Nada hay de virtuosismo en este quinteto, y aquí radica su fortaleza: reconocer límites, se sabe, implica posar los pies en la tierra. Las melodías son demasiado bellas como para arriesgar de más. Y las canciones, muy compañeras de las crónicas como para marchar autónomas. En Las chicas de Bond Street, casi al final, aparece también el ser sureño anticaretón, ese que combate el frío donde se cae el mundo: “Compran ropa de cuero / y se visten así / y nunca miran tus ojos”. (www.lastrampasdelily.com.ar)

Elemental
(Zona 84)

Parte desde el nombre. Lo que propone Zona 84 es punk-rock básico, elemental, con violas –no tan– distorsionadas, melodías violadoras -pero con amor– y voces que se cuidan de llegar al alarido superfluo. Los rosarinos son como sobrinos calmos de los Ramones, que se llevan bien con hermanos, primos y tíos segundos. En Elemental, de hecho, participan Mariano de A77aque, el viejo Stuka y Boom Boom Kid. Desocupados es el gran tema; Identidad, la declaración de principios (“No tengo perforaciones / ni otras lesiones / no necesito maquillarme / no hay nada que ocultar”) y el resto aguanta una escucha entera sin sobresaltos. (www.zona84.com)

Fantástico bailable
(Los Sucesores de la Bestia)

También de Rosario son estos sucesores que de bestias no tienen nada. Autodenominada “la banda más careta”, suena ochentosa, bufarra, pseudo funk, maquinosa y súper pistera. Y tiene letras insólitas (“Soy tan sexy / que me quiero autocoger”). El pop, por libertino nomás, a veces se extrema y provoca. Relajate y gozá... no queda otra. (www.sucesoresdelabestia.com.ar).