Ritcher (Danzallamas)

Tercera producción de este grupo, cuya estrategia sonora pasa por combinar la distorsión del pop-rock furioso con experimentaciones electrónicas, que no exceden el límite de lo intolerable. Acá, San Pappo estaría pifiado con su arenga anti-Deró. Además cantan historias existencialistas, comprometidas y sutiles. Aparecen la leve depresión de existir (“La vida es simple como un dado / y sólo a veces sale el seis”), burlonas miradas sobre las vírgenes de pasarela (“Detrás de cada sonrisa / hay una rutina precisa / un método de euforia / un mecanismo de gloria, muy sutil”), que los enfrenta al hedonismo glam de cierto presente, y la dependencia futbolera de un país depositada en Las piernas de Maradona. Navegan sobre un buen río musical, potente y maquinalmente melodioso. www.ritchernet.net

Vankina (Entre el camino y la nada)

Hay un sesgo encantador en cada una de las once canciones que pueblan Entre el camino y la nada. Puede ser por las historias mustias y desconsoladas que se caen de la –muy original– voz de Pichy, o por el aura redondos –pero light– que atraviesa algunos temas, o por frases desgarradamente voceadas (“Tu devoción de arremetida va a acariciar nuestras heridas / Volviendo a repetir una vez más que somos analfabetos al amar”). Vankina es rock de canciones moderadamente rabiosas o pop distorsionado, que no es lo mismo pero es igual. Se recomiendan Vivir en la banquina, Dios en el jardín –tema ricotero si los hay– y el corte de Lejos del suelo, que se parece al legendario Hace casi dos mil años ¡de Color Humano! www.vankina.com.ar

Los Kahunas (El fantástico sonido surf & hot road)

Si creés que la música de hoy es una porquería y tu mujer ideal es una especie de batichica surfeando en las costas de California, o tocándose arriba de un Valiant, entonces escuchá a Los Kahunas: cuatro tipos –Big Papu, Alexis B, Picky Carmoon y Antonio Carlos– que visten smokings celestes, moñitos al tono y pelan una música salida del túnel del tiempo. Le dicen surf-rock y reconocen como padres a The Astronauts o The Trashmen. Mezclan temas propios con ajenos, todos instrumentales y muy bien ejecutados, que bien podrían servir de fondo para escribir ensayos cortos, algún domingo mirando el mar. Obsecuentes partícipes de un gueto que se resiste al óxido. Disfruten de Surfin’ Video ¡que bueno está!... Casi tanto como Burning Rubber. www.loskahunas.com