Tony 70 (Idem)

Ocho pibes, incluso uno con rulos impenetrables a la Jackson Five, retroceden hasta fines de los ‘70 y redimen el lime más funky de la música disco, un género que en la Argentina dictatorial pegó fortísimo: era mejor ser un pelotudo discotequero que arriesgarse a caer en cana en algún recital de Invisible o La Máquina de Hacer de Pájaros, también como un pelotudo. Lo bueno es que respetan el legado de Kool & the Gang, James Brown –a quien telonearon durante su visita al país– o Parliament Funkadelic y que, sobre todo, no tienen como plafón ninguna gorra homicida. El contexto es otro: divertirse sin humo en la cortina. Eso sí: apartarse quienes busquen profundidades oníricas, Tony 70 es sólo una apuesta al glamour inteligente. “Si no usás la cabeza / la noche te puede asfixiar”, declaran en Funky Star. Y en Todo lo que quiero de ti ¡cantan como los hermanos Gibb! www.tony70.com

Volar (Labilly)

Se subieron al bondi de los sueños en Bella Vista un otoño, mediando los ‘90, y aún siguen viajando. Mi pesadilla y mi esperanza (2002) fue el disco debut, después llegó Seguir viviendo (2004) y ahora, Volar. Suenan parejo, son como una especie de émulos de los Dulces 16 –bien rockeros, rebosantes de melodías– y cuentan historias de hombres comunes, que parecen estar siempre de vuelta. Punteos y solos de guitarra llevaderos, austeros y exactos en honor al viejo y querido rock and roll; batería reloj y un cantante claro –¡el Tuta Torres!–, que acompaña sin exigir. Colgado del ayer y Todavía creo son los temas a escuchar. Dos frases: “Estallan los vidrios / se vuelven puñales / que no pueden perdonar” (El mundo está loco); Subo a las estrellas / invento un refugio / y me quedo un rato” (No existe la manera). Buen disco... lo presentan este viernes en La Casa del Rock (Perón y Alberdi, San Miguel). www.labilly.com.ar

Sudamérica paz & beats (Los Sueños de Anderson)

Ruidos y samplers. Potencia y electricidad. Decibeles y computación. Máquinas y psicodelia retorcida. ¿Música? Esta banda da para la polémica: se podría aprovechar para remover las aguas estancadas del rock argento. Interesante herramienta para pelearse entre hermanos. ¿Será un capricho barbón decir que son sonidos para disco, y que en las disco el rock no vive? Cual fuere la respuesta, hay un tema –We don’t relieve in you– que está muy bueno. www.lsdanderson.com.ar