Plagio (Helecho)

El título es una buena coartada para eclipsar un primer comentario “son como Illya Kuryaki”. Es cierto que, en algunos pasajes —claramente en las voces— parecen ocupar el hueco dejado por el dúo, pero, a la vez, la música se dispara hacia otros mundos: bases con mucho groove, ludismo hot, psicodelia, funk en segunda, cadencias calmas e hipnóticas, demasiado amor por la música negra y un sonido —¡gran novedad!— perfecto. Escuchar sí o sí: Queen Bee I Shall Be Free. Es como si The Doors se hubiesen convertido al soul de Motown. Híper recomendable, amigos. www.helechizado.com.ar

El Album (Boas Teitas)

Las bandas suelen regodearse con el slogan “nuestra música es indefinible”. La indefinición de género supone creatividad, individualidad y cierta aura que desenfoca y atrae. Esta verdad es, como toda verdad, relativa. Si se toma un grupo duro para ser pop y demasiado “blando” para ser rock, lo que da es un híbrido. Boas Teitas evita el slogan. Utiliza como escudo un rótulo (punk-pop) y el resultado es dialéctico: la sinceridad no oculta la hibridez. En este trío no parece ser por opción. www.boasteitas.com.ar

Mucho Momo (Rey Momo)

Rock made in La Pampa, posta. Banda nacida hace una década en Santa Rosa, que al año del parto rural ya se había codeado con el Sindicato Argentino del Hip-Hop y A.N.I.M.A.L. en pos de un rápido arribo a Buenos Aires. Con un pie en Capital y otro en tierra-cuna (producen todos los años el Música por Más, en La Pampa), proponen una música mestiza pero polenta: funk, hardcore y rock and roll conviven amistosamente con bombos legüeros, bandoneones y resonancias regionales. A veces suenan heavy corte Zeppelin (Tas Kemado). Otras, densamente suaves (Un millón de mariposas). Y también reinterpretan (refrescan) el trillado sonido new metal en Siento rock. Tríada clave para descifrar los parámetros estéticos que inundan Mucho Momo... Mucho más que momo. www.reymomorock.com.ar