“UNA VELA”, PASADO Y PRESENTE
Por cinco pesos
Una vela es la canción que más impacta en la primera escucha de No es sólo rock and roll. Pity rapea una historia suburbana en la que hay putas, drogas, policías, Los Simpson y algo de influencia musical de Cypress Hill y Delinquent Habits. “Es una simple historia”, explica el cantante. “Hace un rato, cuando venía para la sala a ensayar, crucé por la villa y vi a la chica que por cinco mangos te chupa la pinga, y a todos los que salen en la canción. Y bajé por la calle Echandía, como digo ahí. Hice todo el trayecto de la canción, sólo que caminando, no en bicicleta. La canción es mi realidad. Ahora, por ejemplo, hace tres días que estoy en la calle: salí el viernes y todavía no volví a mi casa. Pero fue porque no me dejaron volver. Me llamaba uno y me decía que fuera a su casa, que era su cumpleaños, y de ahí fuimos a ver al Peri (armónica) que tocaba. Anduve de lugar en lugar... Tengo a mis perros encerrados, lo único que pienso es en ir a bajarlos un rato, pobres.” La canción se le ocurrió a Pity en la época de Viejas Locas. Y era la que usaba para probar sonido: “Como tiene una letra recontra larga, se la cantaba al Sapo (sonidista) para que me ecualizara la voz. Pero algunos músicos de Viejas Locas no entendían el hip hop, estaban muy encerrados en la música de rock. Y yo no quería hacer mal el tema, porque éstos son ritmos que hay que sentir si vas a tocarlos. Es como el reggae: es tan fácil que se hace difícil, es puro sentimiento”.
–Cuando venías para la sala, ¿le dijiste a la chica que es ella la de Una vela?
–No, no le conté. No creo ni que se dé cuenta, pero está todo bien. Ella se hace cargo. Y le hice una propaganda bárbara (risas). Va a tener más laburo...
Nota madre
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