[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Lo bueno de festivales como el Quilmes Rock es que la gente puede ver a todos los artistas juntos. Encima es a cinco cuadras de mi casa, así que algunos shows los voy a escuchar desde el patio... Tocar con la Bersuit va a ser alucinante, una fiesta: es una banda con la que tenemos una hermandad porque hemos compartido muchos escenarios. Eso es otro punto positivo de los festivales: la convivencia de las bandas. Para nosotros, estar en este encuentro es importante para volver al público de Buenos Aires, que estamos recuperando de a poco, porque durante mucho tiempo nos dedicamos a salir al interior y a tocar en fiestas. La mejor anécdota que tengo de un festival es del Vive Latino 2000, en México: estuvimos charlando con los Wailers y nos sacamos fotos con ellos. Y lo más loco fue que ellos publicaron esa foto en su página web. No deberían ni saber quiénes éramos, pero como teníamos los pelos de colores les debe haber causado gracia... Esa vez terminamos con los Divididos y un par de los Pericos en casa de Rubén (Albarrán), el cantante de Café Tacuba, un fenómeno. Además de tocar, lo mejor de los festivales es el clima que se arma en los camarines. Por eso... ¡tengo muchas ganas de estar ahí ya mismo!”