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“En los festivales, a veces uno sacrifica una prueba de sonido, poder armar el show más tranquilo o explayarse artísticamente, pero son shows como de guerra: hay que salir con contundencia, a darle para adelante. No se puede perder tiempo entre los temas, hay que tener una gran agilidad. A nosotros siempre nos sirvió muchísimo tocar en festivales y tratamos de no perdernos esa posibilidad, porque nos enfrentamos a un público que no viene a vernos: salimos a tratar de ganar a esa gente, a que se lleve una sorpresa. Es como ir a sembrar. Quizá la gente de Las Pelotas y de Molotov nos conozca a partir de tocar con ellos en el Quilmes Rock. Vamos a pasarlo bien ya por eso, nada más. Y ese show va a ser la plataforma de nuestra gira. Por otra parte, gracias a los festivales hicimos amistad grossa con la gente de Arbol, Kapanga, Intoxicados y de Viticus. Y hasta nos codeamos con la gente de Miranda!: su música no nos gusta nada, pero tenemos buena onda.”