El gran don de Miranda! es estar dotado de uno de aquellos invisibles campos de fuerza protectores de los dibujos animados, que lo mantiene indemne al achaque prejuicioso y le permite prescindir del elogio snob: after chabón, after cool, after dance, after verosimilitud y, quizás, after rock. Y si la venia de referentes como Pimpinela y Gustavo Cerati parecía haber marcado lo suficiente la cancha en la que el grupo se mueve, su flamante segundo álbum, Sin restricciones, por momentos parece acercarlos –falsetes y programaciones mediante– hasta el límite de... Café Tacuba. Ya con el bajista Monoto incorporado como integrante estable, y con la producción de Eduardo Schmidt y Pablo Romero (de Arbol), el disco tuvo su presentación informal en una doble función en el ND Ateneo, el martes pasado, Día de la Primavera y de los Estudiantes.