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Si las compañías discográficas y Lars Ulrich, el batero de Metallica, creían que su tarea contra la piratería online estaba cumplida con la virtual desaparición de Napster, hay malas noticias para ellos: florecen sitios similares y también aparecen nuevas alternativas para el intercambio de mp3. Y hasta la industria del cine tiembla ante las facilidades que le presenta el formato de compresión DIVX a aquellos que no cuentan con reproductores de DVD. Por otra parte, la red ha servido para que se incrementen de modo notable los canjes de CDRs grabados. Aquí se resumen las variantes más usuales para conseguir música (¡y películas!) sin pagar más que los gastos de Internet. Eso sí: habrá que atenerse a la cuenta telefónica después.

(1) El heredero. A rey muerto, rey puesto: chau Napster, hola Audiogalaxy. Este sitio (www.audiogalaxy.com) es como una gigantesca base de datos de los mp3 que sus usuarios de todo el mundo deciden compartir. Se pueden bajar miles de canciones y hasta conciertos completos de quien se te ocurra, desde artistas de culto del último rincón del planeta hasta los Redondos, Los Piojos o Los Auténticos Decadentes. Eso sí: si pretendés bajar más de uno a la vez, tenés que poner por lo menos 25 a consideración del resto de los usuarios. La conexión es simple: hay que bajarse un programita (o satélite), entrar a la página y escribir el nombre del artista en cuestión. Después hay que elegir qué versión del tema se quiere bajar, a mayor peso, mayor calidad y más probabilidad de que la canción esté completa. Un par de clics en el mouse y listo.
Ventajas. Variedad de canciones; simplicidad en el uso; si el otro usuario se desconecta, busca automáticamente otro que tenga la misma canción.
Desventajas. Si tenés conexión telefónica, un tema de cuatro minutos de duración tarda al menos veinte en bajarse; el buscador no es muy bueno y para conseguir cosas específicas hay que intentar varios caminos.

(2) Páginas web oficiales. No son pocos los artistas que regalan canciones y videos. Es cuestión de rastrear en buscadores como el Google para encontrar algo. Hay casos extremos: Sonic Youth pone habitualmente videos de los conciertos y temas inéditos en mp3, además de ¡todos! sus singles descatalogados; Ween carga el audio de casi todos sus shows en vivo para que sus fans puedan bajarlos (en algunos casos, hasta ofrecen arte de tapa).
Ventajas. ¡Es legal!
Desventajas. No todos los músicos tienen la misma onda con este tema.

(3) Páginas web no oficiales. Los fans suelen cargar conciertos completos en sus páginas personales y hay artistas (y sellos) que no les ponen trabas. Como en el punto anterior, es cuestión de buscar un poco. Sugerencias. Poner palabras como “live”, “rare”, “concert” o “live”, además del nombre del músico o banda. Y, lógicamente, “mp3”.
Ventajas. Podés conseguir rarezas y shows en vivo que en el mercado de piratas cuestan arriba de los 50 pesos.
Desventajas. Algunas páginas duran hasta que los sellos se avivan y piden que las den de baja.

(4) Cyber Hollywood. La nueva variante de la piratería informática es el downloading de películas. El formato de compresión DIVX, algo así como el mp3 de los DVDs, hace que una peli completa se pueda almacenar en un CDR común. O sea, unos 700 megabytes de peso (contra 4 o 5 de una canción). Incluso con las conexiones más veloces (cable o DSL), bajar un film de Internet lleva seis o más horas. En páginas como www.winmx.com o www.kaaza.com se pueden bajar programas que, a la manera de Napster, facilitan el intercambio de archivos entre quienes estén conectados en ese momento. Son los más usuales para bajar películas, pero también se encuentran mp3, fotos, videos y demás yerbas. Otro canal usado para bajarpelículas es www.mirx.com, un programa de chat que permite mandar y recibir archivos.
Ventajas. Si se desconecta quien tiene la película que estás bajando, el programa busca otro y sigue desde el mismo lugar.
Desventajas. Al ser un formato de compresión, el DIVX pierde calidad respecto del original en DVD o VHS; suele complicarse para conseguir el subtitulado en español de las películas; a veces el subtitulado viene fuera de sincronía con la acción (se puede corregir, aunque lleva tiempo).

(5) Club del trueque. Aunque el intercambio de grabaciones entre audiófilos de todo el mundo no es asunto nuevo, la web ha incrementado las posibilidades de encuentro. Son muchos los traders que publican páginas con el material con el que cuentan, sólo es cuestión de buscar. Generalmente sólo se canjean piratas en vivo por cuestiones legales y porque los trocadores son fans acérrimos de las bandas. Por eso, por ejemplo, no les cuesta canjear discos bajados de mp3 (la calidad no es la misma). No es un muy buen momento para que los argentinos se sumen a este club del trueque mundial: mandar unos pocos CDRs por correo cuesta de 9 pesos para arriba. Y si el que te cambia es deshonesto, también perdés el costo de los discos que grabaste. En ese caso, lo único que se puede hacer es denunciarlo en páginas de “bad traders”... y ponerse a llorar.
Ventajas. Todo concierto que haya sido pirateado se puede conseguir de esta forma.
Desventajas. El precio del correo, el precio de los CDRs, el precio de los sobres, el precio del dólar.