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Jueves, 15 de agosto de 2002

DECLARACIONES, DIALOGOS Y DEMAS PAVADAS

Esta boca es mía

En 20 años de carrera (justo la mitad de la vida de Anthony Kiedis y Michael “Flea” Balzary, que cumplirá 40 el día del show en River), los Red Hot Chili Peppers experimentaron casi todos los conflictos propios de una banda de rock poderosa. Siete guitarristas (el original, Hillel Slovak, murió de una sobredosis de heroína), ocho discos y una considerable cantidad de pronósticos reservados de diversa índole. En medio de esta especie de segunda primavera, los Peppers parecen haber acabado con la mayor parte de sus complejos, al menos eso es lo que se deduce de sus últimas declaraciones. A continuación se reproducen fragmentos de entrevistas recientemente publicadas en las revistas Q (Gran Bretaña), Spin (Estados Unidos) y World of Music (Alemania), a propósito de la aparición de By the Way.

LAS RAZONES DEL EXITO. “Blood Sugar Sex Magik fue nuestro quinto álbum, y entonces éramos ‘los chabones del momento’. Tatuajes, comentarios copados, buena ropa o a veces nada de ropa, autos grandes, todo eso. Tres años atrás, cuando editamos Californication, ya no éramos más los tipos cool. Ya estaban Limp Bizkit y compañía. Entonces sólo teníamos para ofrecer nuestra música y eso hizo que nuestro éxito nos hiciera increíblemente felices. Un disco de Britney Spears se compra por dos razones: las chicas encuentran pistas de la moda en el librito, los chicos lo usan para masturbarse. Me hace muy feliz el hecho de que nuestra música se compre por razones diferentes, y creo que es mejor para el negocio en general.” (Flea)

SER ANTHONY HOY. “Ahora me preocupo un poco más por mí mismo. Hay veces en las que me siento tentado de mandar todo al carajo. Pero no. Hubo un tiempo en que creía que sin dudas iba a vivir y morir sobrio pero, sabés, un par de caídas y medio que ese pensamiento se fue a la mierda.” (Kiedis)
Un día perfecto, segun Flea. “A la mañana me voy a surfear a una linda playa, después me como una buena comida vegetariana. Después una siesta, antes de transportarme telepáticamente a una ciudad. Luego me encuentro con amigos para hacer un poco de música hermosa. A la tarde otra buena comida, después me encuentro con una mujer hermosa, tenemos una gran charla y, uh, sexo maravilloso. Después de eso supongo que querría dormir plácidamente. ¡No me mires así! ¿Qué te pensabas? Man, en un par de meses voy a cumplir 40...”

LOS ANGELES. “El alma de esta ciudad es gran parte de lo que somos. Y yo creo que el alma de esta ciudad es una cosa vieja y hermosa. El hecho de que la gente pueda pasarla bien frente a la falsedad y el elitismo económico es un legado del espíritu de Los Angeles. Ya sean chicos callejeros de hogares rotos como Anthony y yo, o víctimas del gran racismo como la gente de la comunidad negra, o de la comunidad mexicana, que se arrastra por la frontera para sobrevivir. Hay rincones donde toda esa gente se une y vive en una atmósfera creativa y vibrante, y ésa es la Los Angeles que yo amo.” (Flea)

LA ULTIMA TRANSFORMACION. “Si esta banda no fuera capaz de reflejar cambios personales, si sólo se rindiera ante esos cambios, entonces a la mierda, yo no querría estar más en esta banda. No hay nada peor en este negocio que robarle tiempo a la gente. Y a los que quieran que sonemos como antes, les recomiendo que escuchen nuestros discos viejos, que después de todo se consiguen gratis. ¡Esta vez no hay disco de funk!” (Flea)

CHIQUILES. “Anthony y yo éramos pibes callejeros, básicamente. Yo tuve una crianza muy violenta. Mi padrino se baleaba con la policía. Yo dormía en el patio trasero porque tenía miedo. En un sentido, eso me dio libertad. Cuando tenía 12, 13 años, estaba de juerga hasta las tres o cuatro de la mañana, drogado en la calle.” (Flea)
“Nos la pasábamos la mayor parte del tiempo en la playa de estacionamiento de Starwood (antro hippie-punk de West Hollywood), tratando de colarnos en los shows de Black Flag y Circle Jerks.” (Kiedis)

CUANDO JOHN VIVIA EN EL POZO. “En los primeros tiempos con los Peppers fumaba porro noche y día e iba por el mundo pensando que las cosas deberían ser como yo creía. Y si no era así, tiraría abajo esa parte del mundo. Tenía miedo de perder mi creatividad. Creía que siendo un heroinómano y teniendo sólo buenos sentimientos seguiría siendo una persona creativa. Pero no. Empezaba a sentir un dolor físico. Sentía que ciertos traumas infantiles –que ni siquiera creo que hayan existido– venían a buscarme. Lo recuerdo como si fuera la vida de otro. Recuerdo que los espíritus me atormentaban y me insultaban todo el tiempo. Fue bueno. Porque me estaban dando una lección. Sigo viendo a esos espíritus, pero ahora les caigo bien. Sé que tengo que trabajar duro para que estén contentos. Me gusta la idea de que ya nunca estaré en la situación de no tener nada para comer o un lugar donde vivir. Y me encanta poder comprar tantos discos como se me dé la gana.” (Frusciante)
Kiedis y Frusciante se hablan:
A.K.: –Te dejé un mensaje,
¿lo escuchaste?
J.F.: –No, no puedo chequear
mi contestador.
A.K.: –Estaba muy emocionado por nuestro ensayo de ayer. Me sentía tan bien por haberte escuchado tocar, y me quedé preocupado por nuestra conversación de antes, cuando me dijiste que no te dabas cuenta de cuánto yo valoro todo.
J.F. (a solas con la periodista): “Anthony cambió una barbaridad. Ahora se da cuenta del poder que tiene para herir a la gente o para nutrirla. Antes nunca podías saber: un día era tu amigo, al otro día ya no lo era”.

¿SEXISTAS? “Tal vez me equivoque, pero nunca sentí que fuéramos sexistas. Siempre me sentí muy femenino. Y no creo que eso haya cambiado, sólo que ahora siento el deseo de contribuir a la causa feminista. Y aún defiendo esa locura de sacudir la pija en público. Tuvo su momento. El loco que sacude la pija sólo se quiere reír un rato. Tal vez el loco que sacude la pija es más consciente de cuánto afecta a otra gente.” (Flea)

20 AÑOS ES UN MONTON. “¿Quién hubiera creído que Californication, después de 18 años de carrera como banda de rock, iba a ser nuestro álbum más grande? Con este disco fue otra cosa. Jamás sentimos que estábamos luchando contra el síndrome de la página en blanco, ni sentimos ninguna clase de presión. Nadie habló de ventas y no hay nadie marcando tarjeta cuando llega a trabajar. Lo hacemos todo a nuestro tiempo. Salvo que un imprevisto meteorito se interponga en nuestro camino, vamos a estar bien durante un tiempo.” (Kiedis)

TRADUCCION: P.P.

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