Alan Courtis en los ‘90 supo demostrar con Burt Reynols Ensamble que se podía hacer rock de otra forma: la estrella del grupo era Miguel Tomasín, baterista con síndrome de Down y un don divino para cantar y tocar la batería. Hoy, con su trío ÜL (acaba de editar Uuq, un CD adherido a un metal), Courtis sigue con sus búsquedas: “Cada proyecto tiene algo particular, por eso repetir fórmulas nunca garantiza nada”. Uno de esos proyectos es una colaboración con Daddy Antogna y Los de Helio que derivó en Viva Belice: “Daddy es un puente con ese espíritu de los ‘70. En grupos como Ave Rock y Orion’s Beethoven, él llevaba el concepto de cómo tocar la batería al extremo y tenía una libertad rítmica impresionante. Por eso es una alegría que después del accidente haya podido volver a tocar y a mostrar todo lo que tiene para dar musicalmente en un disco”. Daddy, que se accidentó en los ‘80 y re-aprendió a tocar en una silla de ruedas, tardó varios años en recuperarse, por lo que su nuevo disco es un valioso rescate emotivo. Y funciona: el disco está bueno en serio.

Alan es un ejemplo de lo paradójica que puede ser la situación para los músicos experimentales, entre el underground y el circuito global internacional: “Pude viajar mucho y tocar con músicos emblemáticos del género (se refiere a los japoneses Boredoms y a los Sonic Youth). Hoy sigo desarrollando proyectos con gente del exterior, de Japón, Finlandia, Australia, Noruega, etc., algunas son colaboraciones por correo, otros en persona, grabando en vivo o en estudio. Y, tarde o temprano, la mayoría termina apareciendo en un disco”. A su manera, Courtis es un rocker auténtico: un rebelde que abre caminos insospechados. “¿Que contracultura podés esperar de un rock condenado a festivales pagados por multinacionales? Con reproducir gestos vacíos no se llega a nada, hay que buscar en otros lugares, en lo micro, donde la gente tome algún tipo de riesgo artístico. Y no sólo los músicos sino también el público. Acá hay toda una escena de grupos que están experimentando: Minimalista País, Criadero en Seres, Klub der Klang, Azur. Y tampoco hay que olvidarse del interior, donde hay proyectos como Carbono (La Pampa), O+Yn (Córdoba), Planeta X (Rosario), Los Síquicos Litoraleños (Corrientes). Y debe haber mucho más por ahí escondido”.

http://www.myspace.com/courtis
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