DICIEMBRE
Se quemaron todos los gobiernos
Aunque se veía venir, nadie esperaba lo que pasó en las 72 horas que fueron del miércoles 19 al sábado 22. Luego de las restrictivas nuevas medidas económicas del ministro de Economía, Domingo Cavallo, y la sensación “esto no se aguanta más”, la rebelión popular estalla por distintas vías. Unos, los que no tienen nada, salieron a pedir comida y terminaron llevándose todo lo que pudieron de donde pudieron. Otros, lo que todavía tienen algo, golpearon cacerolas, se juntaron en esquinas clave de Buenos Aires y marcharon hacia la Plaza de Mayo. El jueves 20, una sangrienta represión ordenada por el gobierno saliente, deja como saldo 28 muertos en toda la Argentina. Siete de ellos mueren en el centro porteño, todos jóvenes que no pasan de los 28 años. Por televisión o en la calle, se vieron escenas que parecían de la franja de Gaza o Kabul. Primero renuncia Cavallo, después De la Rúa y con él, todo el gobierno aliancista (¿Alian qué?) que había asumido el poder dos años y pico atrás. Hay presidente provisional, el misionero Ramón Puerta, y después presidente de una semana, el gobernador de San Luis Adolfo Rodríguez Saá (sí, el del consolador en el culo). Vuelven Grosso, Matilde Menéndez, Manzano y otros ilustres dirigentes patriotas. El viernes 28, un nuevo cacelorazo en toda la Capital, echa a Grosso. Eso no es todo: el domingo 30, renuncia Rodriguez Saá y un rato después, Puerta tampoco se hace cargo. Llega otro que ya nadie recuerda, y el camino para Duhalde presidente está abierto. ¡Qué lindo!
- ¡Racing campeón! Después de 35 años de frustraciones, la Academia gana el Apertura 2001 y desata un carnaval popular interminable en Avellaneda y el resto del país. No jugaban bien, pero pusieron todo, tuvieron la suerte del campeón y bien merecido que se tienen el festejo. Gustavo Cerati, Zeta Bosio, Andrés Giménez, Rodrigo Martin, el Mosca, Ricardo Iorio y algunos de los Super Ratones, también festejan. Como para no hacerlo...
- Nortec, el colectivo de Tijuana que sacudió la escena electrónica global, pisa suelo argentino. En Museum, 300 personas asisten a uno de los acontecimientos artísticos del año. “Queríamos hacer música electrónica a partir de un sonido que pueda sonar ridículo, la música tradicional del Norte”, explica al No Ramón “Bostich” Amezcua, capo de la banda.
- “Me gusta despertarme con el sol en alto, si es necesario. También me gusta pasarla bien. Así que me cuido. Me gusta fumar un porro, tomar un buen trago, un buen vodka con Red Bull... Con eso es suficiente para mí. No me gusta joder con fármacos, porque te contaminan” (Perry Farrell al No, antes de su visita a Buenos Aires bajo el seudónimo de DJ Peretz, lejos de los días de heroína y electricidad con Jane’s Addiction)