Jueves, 19 de junio de 2014 | Hoy
SERGIO MARCHI PIDE ROOM SERVICE
El libro del periodista y crítico agrupa anécdotas y leyendas de los ídolos del rock internacional.
Por Lucas Kuperman
“La mayoría del periodismo de rock se trata de gente que no puede escribir, entrevistando a gente que no puede hablar, para gente que no puede leer”, reza el comienzo del capítulo seis, sobre Fleetwood Mac, parafraseando al gran Frank Zappa. Se sabe que el rock no es sólo música. Rodeado de entretelones, con una coraza semiimpermeable (aunque, por lo visto, muchas veces vulnerable), con escándalos y anécdotas que sonrojan hasta al más pervertido, el rock también se alimenta de quilombos, ¡y se divierte mucho! En Room Service, su flamante libro de anécdotas rockeras, Sergio Marchi se despacha con data, relatos y hechos de megaestrellas, aunque con una premisa principal: siempre de la puerta para adentro.
El dato curioso radica, tal vez, en que sólo dedicó dos breves capítulos a los grandes del rock de acá, ambas entrevistas con muy poco de camarilla: una entrevista a Daniel Melero, que se reconoce como un “escapista del estrellato del rock”, y otra a Charly García, donde ensaya una especie de definición de lo que es una estrella de rock.
Igualmente, los curiosos con altos niveles de fanatismo sobre sus ídolos musicales pueden meterse entre sus sábanas y encontrar data de primera mano sobre Keith Moon, Brian Jones, John Lennon, Keith Richards, Led Zeppelin, Ozzy Osbourne, el satanismo en el rock, David Bowie, Freddie Mercury, Steven Tyler, Guns N’ Roses, el Club de los 27, la histórica pareja punk de Sid y Nancy, la mala estrella de Syd Barrett, Nick Drake, Badfinger, Jeff Buckley y Elliott Smith, las tragedias de Kurt Cobain, Amy Winehouse y Michael Hutchence, y ufff, bueno, muchísimas historias más.
Punto aparte para el capítulo de alto vuelo que, si de musas se trata, habla de ellas: sí, las mujeres en el rock. ¿Qué hubiera sido de la vida de estos ídolos sin las mismísimas groupies o esas grandes (y tanto admiradas como odiadas) esposas? ¿Qué hubiera pasado si Yoko Ono no hubiese conocido a Lennon?
¿Y las groupies? Según Keith Richards fue Bill Wyman, su compañero de banda de aquel momento, quien acuñó dicho término, incluso declarando haber estado con más de mil mujeres en la cama, entre las que se destacan una chica de 13 años que sería su esposa unos meses.
Están las insuperables e insaciables historias de Connie Hamzy, Gene Simmons asegurando que si hubiese sido dentista las mujeres no se hubieran interesado tanto en él, y hasta un Jagger que ante la pregunta de Jerry Hall (madre de cuatro de sus hijos) sobre qué canciones hablaban de ella, se despachó con un: “Todas, cariño”, escapando rápidamente de un quilombito en puerta. Entonces vengan y lean, ávidos fanáticos de la lectura farandulera rockera. Room Service es una luz en el largo túnel del los entretelones de las estrellas.
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