1. “Juguetes perdidos”, de Los Redonditos de Ricota
El himno, la quintaesencia del rock barrial como religión difusa (y confusa). En vivo, la coreografía masiva y la pirotecnia proporcionan uno de los shows más exuberantes (y estremecedores) del espectáculo argentino.

2. “El revelde”, de La Renga
Irresistible manifiesto de nihilismo adolescente (tardío). Su frontalidad casi infantil escandalizó a las personalidades bien pensantes de nuestro rock. No es para tanto, viejo.

3. “Maradó”, de Los Piojos
La oda rockera a Diego suele ser, también, uno de los momentos más calientes de los rituales piojosos. Momentos de fuego (¡sí, más bengalas!) e imágenes en pantalla del hombre que escapó de un sueño. Documento nacional de identidad del rock futbolero.

4. “Jijiji”, de Los Redonditos de Ricota
La explosión de adrenalina de todo cierre de show ricotero. Las masas se conmueven y el Indio se pone especialmente sombrío para cantar aquello de “no mires por favor, y no prendas la luz...”. El pogo como gigantesca orgía asexuada.

5. “Ya no sos igual”, de 2 Minutos
La canción fundacional. La banda punk que, casi sin querer, inventó el hardcore de esquina y produjo el disco barrial más fresco de todos: Valentín Alsina. Escuchen de vuelta ese bajo... Escuchen al Mosca vociferando “Carlos se vendió...”

6. “La balada del diablo y la muerte”, de La Renga
Pintoresca y emotiva crónica de metafísica barrial, que revela lo afilada que puede ser la lírica del Chizzo. La Divina Comedia del rock barrial. Grosso.

7. “El 38”, de Divididos
Eran tiempos mucho más oscuros para el trío. Mollo todavía comía asado, Natalia Oreiro era una púber y él escribía cosas como “¿y para qué tanto amoo-ooor...?”. Por suerte el gatillo nunca se hizo apretar.

8. “Capitán América”, de Las Pelotas
Desde el Sur, una panorámica efervescente del mundo globalizado. El sarcasmo dolorosamente criollo de los ex Sumo –tipos que parecen estar de vuelta de todo– propicia un final a puro himno yanqui, oportunamente silbado por el público pelotero.

9. “Mi flor”, de Viejas Locas
El canto stone a la marihuana. La voz descaradamente rolinga del Pity de los comienzos defendiendo el derecho a preservar sus cultivos. Banda de sonido del porro de esquina.

10. “Patri”, de los Caballeros de la Quema
Una especie de “She’s leaving home” del conurbano bonaerense. La historia de una adolescente harta de todo que se va de casa y cae en la cuenta de que “la noche se hace demasiado larga con un Guaymallén de cena”. Bien.
P.P.