Con la aparición en 2015 de Cute, el más reciente álbum de Towa Tei, el Shibuya-kei dio muestras de su facultad para cautivar a nuevas generaciones de público. Esta escena, que debe su nombre al barrio por excelencia de la cultura pop tokiota, la rompió en todo el planeta en la década del ‘90 por su particular mezcla de ye-yé, bossa nova y pop barroco, al igual que por su inclinación hacia la pista de baile. Además del productor y DJ nipón, que antes de la salida de su disco debut solista, el fundamental Future Listening! (1995), integró la banda Deee-Lite, otros artistas destacados de esa movida son Pizzicato Five, Flipper’s Guitar (dupla por la que pasó Cornelius) y Fantastic Plastic Machine. No obstante, su internacionalización se produjo luego de que las propuestas de exponentes occidentales como el francés Dimitri From Paris, el británico Momus o el laboratorio sonoro neoyorquino Cibo Matto (conformado por las japonesas Yuka Honda y Miho Hatori, quienes actuaron en Buenos Aires en 2014) recibieran esa etiqueta.