Banda. Nunca habíamos hecho tantos shows como durante 2003, así que el balance es más que positivo, sobre todo por tener trabajo y estar viajando tanto cuando vivimos en esta realidad. Hicimos dos giras nacionales por las principales ciudades del país, y fuimos a Uruguay como soportes de Molotov y para la fiesta Noche de Paz, donde tocamos frente a 20 mil personas.

Compras. La buena: un charango eléctrico buenísimo, fabricado con el logo de Arbol. Una mala: me cambiaron la cerámica del comedor de mi casa y a la primera lluvia me di cuenta, de que en realidad, me habían hecho una pileta de natación.

Estado. Desde el regreso de la democracia éste fue el mejor año del rock nacional. Es extraño, porque el país sigue en rojo. De todos modos, me parece que tocamos fondo y ahora nos estamos acostumbrando a eso. La gente está más tranquila, no hay tanta paranoia ni tanto pánico como hace dos años. Me autoprohibí ver noticieros porque me hacen mal emocionalmente.