INEVITABLES
Vuelve la exitosa obra de Mariela Asensio y Reynaldo Sietecase. Una mujer dispuesta a exponer todo su historial amoroso rememora fragmentos de su vida emocional: un divorcio conflictivo, un amor que nunca fue, un hombre al que ya no recuerda y el intento constante de comprender lo inexplicable del amor. Con canciones en vivo, diálogos crudos y humor, Malditos (todos mis ex) es una excusa perfecta para reflexionar acerca del amor, las expectativas, la frustración, el sexo, la cotidianidad y el paso del tiempo. Y es también el producto de la relación creativa entre la dramaturga y directora teatral y el escritor y periodista, que comenzó hace ocho años. Sus textos dialogan y se interpelan. Para coronar ese entendimiento decidieron escribir una obra juntos.
Sábados 21.30, en el Teatro del Pueblo, Av. Roque Sáenz Peña 943. Entrada: $ 100.
Versión argentina de la obra del autor italiano Davide Carnevali, con adaptación y puesta del director y teórico Horacio Banega. “Todos los hombres y todas las mujeres se parecen un poco. Lo que sucede aquí, sucede en el mismo país, en épocas diferentes”, comienza diciendo. “O bien en diferentes países, en la misma época. En el fondo, poco importa dónde o cuándo suceda. Porque la historia universal tiene la tendencia a repetirse.” Sweet Home Europa materializa el problema del otro, del extranjero, en una Europa que tuvo la ilusión de la unificación. La obra es un espejo de nuestra propia situación como ciudad que culturalmente no mira a sus otros vecinos y a sus propios inmigrantes, y, en segundo lugar, problematiza a Europa misma como el lugar imaginario e imaginado por nuestros emigrantes pasados y futuros. Con Claudia Mac Auliffe, Horacio Marassi y Pablo Sigal.
Viernes a las 23, en ElKafka Espacio Teatral, Lambaré 866. Entrada: $80.
No se puede negar que Fito Páez está más activo que nunca. Apenas tuvo tiempo de darse cuenta de que su mega disco de covers –uno de los problemas de Fito es que no puede hacer nada en pequeño– Música para aliens (2011), no había dado en la tecla, cuando ya estaba subido a la (cuándo no) mega gira de los 20 años de El amor después del amor. Pero a tantas versiones –ajenas y propias– respondió con dos discos de temas olvidados de todas las épocas, como El sacrificio y Dreaming Rosario, de lo mejor de su más reciente cosecha. Y como broche de oro, llega este vigesimoprimer disco de su cosecha, una especie del amor después del amor después del amor. Además de agrandarse en los desafíos, el mejor Páez también suele aparecer en las cosas sencillas, y Yo te amo es un álbum sencillo, de amor cotidiano y hasta familiar. Confesional en “Everest”, emotivo en “La velocidad del tiempo” (¿dedicado a Charly?) y tan sencillamente Prince como en sus mejores tiempos en el tema que bautiza el disco, Páez no tendrá otro amor después del amor, pero sigue siendo el Fito de siempre
“El deseo de volar es tan antiguo como la humanidad y tan poderoso como para haber convertido el verbo, sin añadidos, en una metáfora preciosa”, cuenta el santafesino Horacio Fumero, afincado hace años en Barcelona. “Mi ocupación principal nunca fue la composición, pero a las pocas piezas que he escrito a través de los años les he ido poniendo nombres de pájaros”, termina de explicar el contrabajista, que preparó estas versiones de su obra para un documental de la televisión catalana sobre el jazz. Acompañado por Diego Schissi en piano y Mariano Loiácono en trompeta, Vuelos incluye también una versión de “Las golondrinas”, de Eduardo Falú.
Titulada originalmente In a World... (“En un mundo...”) la ópera prima como directora de Lake Bell, actriz de treinta y pico a la que muchos tendrán más por cara que por nombre, es ese estreno directo en dvd, que no pasó por los cines ni los festivales locales y al que uno pasaría perfectamente de largo en el videoclub, y por eso mismo es toda una sorpresa. También protagonista de su film, Lake interpreta a la hija de un legendario locutor y doblajista (Fred Melamed), hombre muy pagado de sí que decide sacar a la nena de su casa para llevarse a vivir con él a su nueva, muy joven novia. Decidida por alguna razón a seguir los pasos profesionales de su egomaníaco, trabajando de locutora y condenándose a vivir bajo la sombra de aquél, eventualmente se encuentra en una situación en la que debe competir con él. Entre apuntes de cierta gracia por su cotidianidad, algún otro por lo contrario (su artificio de comedia clásica), el argumento va rumbeando hacia este enfrentamiento final, que sucede en terreno profesional, pero en el que obviamente habrán de chocar muchos otros asuntos.
Hombre de familia –padre y esposo– casi ideal de día, asesino a sueldo por las noches, Richard Kuklinski dice ser un hombre de código y principios. Según la biografía de un personaje presuntamente real en que se basa el tercer film en inglés del israelita Ariel Vromen (uno de los anteriores era la película de terror Danika, recomendable, si no por otra cosa, por Marisa Tomei), Kuklinski es el gran burocratizador de ese oficio no del todo común que consiste en eliminar gente de este mundo. Le pone su jeta tan increíblemente hostil y alienada Michael Shannon, a quien secundan Ray Liotta, Winona Ryder, James Franco y Stephen Dorff, entre otros. Pasó por los cines y no pasó nada, pero la pantalla chica parece poder aprovecharla mejor.
Titulada originalmente In a World... (“En un mundo...”) la ópera prima como directora de Lake Bell, actriz de treinta y pico a la que muchos tendrán más por cara que por nombre, es ese estreno directo en dvd, que no pasó por los cines ni los festivales locales y al que uno pasaría perfectamente de largo en el videoclub, y por eso mismo es toda una sorpresa. También protagonista de su film, Lake interpreta a la hija de un legendario locutor y doblajista (Fred Melamed), hombre muy pagado de sí que decide sacar a la nena de su casa para llevarse a vivir con él a su nueva, muy joven novia. Decidida por alguna razón a seguir los pasos profesionales de su egomaníaco, trabajando de locutora y condenándose a vivir bajo la sombra de aquél, eventualmente se encuentra en una situación en la que debe competir con él. Entre apuntes de cierta gracia por su cotidianidad, algún otro por lo contrario (su artificio de comedia clásica), el argumento va rumbeando hacia este enfrentamiento final, que sucede en terreno profesional, pero en el que obviamente habrán de chocar muchos otros asuntos.
La Fundación Cinemateca Argentina ha organizado este ciclo, compuesto por catorce films en su mayoría inéditos en Argentina, todos presentados en copias 35 mm. Se están proyectando, entre otros títulos: La otra (Patrick Mario Bernard y Pierre Trividic, 2008, sobre las idas y vueltas de una pareja), Jardines de otoño (Otar Iosseliani, 2006, que narra la caída en desgracia de un ministro acostumbrado al poder, la buena mesa y las mujeres hermosas que de pronto pierde su posición y con ella casi todo su estilo de vida); Canciones de amor (Christophe Honoré, 2007, con Louis Garrel, Ludivine Sagnier, Clotilde Hesme y Chiara Mastroianni), La chica del tren, de André Téchiné; Cómo maté a mi padre, de Anne Fontaine y Cous Cous, la gran cena, de Abdel Kechiche, el director de la más reciente y extraordinaria La vida de Adele.
Hasta el miércoles 26, en el BAMA Cine Arte, Av. Roque Sáenz Peña 1150.
Otra que no pasó por los cines ni el video local. Aunque tiene un vago tufillo a docudrama de la vida real, la dignifican las grandes actuaciones de Maggie Gyllenhaal y Viola Davis. Aunque no tiene las pretensiones militantes de Norma Rae ni Erin Brockovich, Won’t Back Down se inscribe en esa línea de films de protesta civil, con eje en el estado catastrófico de la educación pública norteamericana actual. Jamie (Gyllenhaal) es una mesera y secretaria que intenta mejorar las condiciones de la triste escuela de Pittsburgh que le ha tocado por sorteo a su hija disléxica. Su única aliada es una veterana y algo vencida docente de la institución, Nona (Davis), que está haciendo una suerte de último intento por sacudirse la apatía en la que la han sumergido tantos años de desesperanza. Juntas deben atravesar mil laberintos burocráticos y enfrentar, entre otros personajes oscuros, a la líder del movimiento gremial docente (la gran, olvidada Holly Hunter), una idealista manipuladora que no alcanza a percibir cuánto sus propias taras se han convertido en parte del problema.
Sábado 22 a las 22, por HBO.
Con narración de Bryan Cranston, recién retirado de Breaking Bad, esta nueva serie documental explora momentos “épicos” de la historia del universo desde una perspectiva que atraviesa eras y continentes. El primer episodio doble —actualmente en repetición— trata sobre “La sal” (una molécula que “generó guerras, lanzó la construcción de monumentos como la Muralla China y provocó revoluciones en India y Francia”) y “El oro”. El episodio estreno de esta noche está dedicado a “El caballo” y “El frío” (que tiene, según sus realizadores, “el poder de convertir a los hombres en malas personas o, al menos, modificar su humor”); y la semana que viene será el turno de “Megaestructuras” y “Armas”.
Domingos a las 21, por The History Channel.
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