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› Por Sebastián Laffaye
La mudanza de la Jefatura de Gobierno porteño al edificio diseñado por el arquitecto Norman Foster –originalmente para el Banco Ciudad– en Parque Patricios es cuestión de pocos meses. Además, gracias a las ventajas impositivas otorgadas, unas 200 compañías se mudaron o abrieron nuevas oficinas en el mismo barrio, bajo el paraguas del Distrito Tecnológico. Todo esto no sólo está cambiando la fisonomía del sur de Buenos Aires, sino también sus propuestas gastronómicas, que de a poco crecen para atender a la nueva clientela. Hoy, por las calles del barrio, deambula un mix ecléctico de personas, desde los que trabajan en los tradicionales depósitos y empresas de transporte de la zona a los oficinistas, técnicos y administrativos que se sumaron en los últimos meses. Y pronto llegará el nuevo contingente de empleados municipales.
Pero no todo cambia. Allí, a sólo cinco cuadras de lo que será la nueva sede de gobierno, la pizzería El Huracán se mantiene incólume como buena opción apta todo público para despachar un almuerzo rápido y a buen precio. El local, con nulas pretensiones estéticas, ofrece mesas de fórmica, la televisión mostrando siempre algún partido y una barra de despacho. La iconografía quemera manda: desde las paredes Ringo Bonavena muestra los puños y el Huracán campeón del ‘73 posa orgulloso y nostálgico desde las hojas eternas de El Gráfico.
Las pizzas salen a la piedra, enteras o por porción, con una buena cantidad de ingredientes. Recomendadas la fugazzeta rellena con jamón ($100) y la de cancha ($68), sin queso y una dosis abundante de ají molido. La carta se reserva un espacio para los sabores especiales, como la napolitana con queso azul ($86). La oferta se completa con ricas empanadas ($8), un buen surtido de minutas ($40 a $55) y platos del día que el pizarrón anuncia desde la vereda. Para beber, cerveza helada o vino con hielo y sifón.
Pizzería de barrio en el día a día, cuando juega Huracán el clima se enciende y las porciones se comen de parado en un salón repleto. Así manda el folklore futbolero que se alimenta de precios populares.
La pizzería El Huracán queda en Av. Caseros 2807. Teléfono: 4308-3520 / 4942-5584. Horario de atención: lunes a domingo, de 8 a 23.30.
Más allá de que cada día se sumen nuevos edificios, la zona que nace al sur de la avenida Caseros sigue manteniendo ese aire de antaño, entre mayoría de casas bajas, árboles añosos y algunos reductos como Las 3 Violetas, que hace 45 años abriera José Díaz en Lavardén y Uspallata. La esquina mantiene la impronta que le diera este gallego oriundo de La Coruña, en cuyo local obreros y oficinistas de la zona repostan a la hora del desayuno o almuerzo. Y tanto la mantiene que fue elegido como locación en varias películas, en busca de ese aire que se fue perdiendo en cafés y bares de la ciudad.
Las opciones para el mediodía incluyen alguna minuta, platos de cocina (colita al horno con papas, pollo al horno o filet de merluza), empanadas, sándwiches y siempre alguna opción del día con pan y bebida por $50.
Si bien la cocina cumple, donde Las 3 Violetas se ubica por encima de la media es en el jamón crudo que ofrece. José explica que reciben el jamón con seis meses de estacionado, un tiempo insuficiente para lograr un correcto secado. En el local lo deshuesan, lo desalan y lo condimentan con vino blanco y pimentón. Luego lo estacionan in situ por lo menos cuatro meses más. El resultado es un jamón con un color intenso, más seco y con (mucho) menos sal que el que habitualmente se consigue en fiambrerías.
En el local se sirve una porción acompañada con manteca, apta para dos, que incluye un par de rodajas de un buen matambre casero y aceitunas negras. Para acompañar, rico pan de fonda que difícilmente se consiga en panaderías. También se lo puede pedir en sándwich ($28), que sale con manteca y bien cargado.
La fama del jamón de José traspasó el barrio y viene gente de lejos especialmente a buscarlo, ya que también se vende al peso para llevar ($28 los 100 gramos). Los sábados las persianas están bajas, pero si hace el encargo por teléfono hay que golpear y José aparecerá con el pedido.
Esquina porteña que resiste el paso del tiempo, visitarla es viajar a aquellas fondas y comedores en los que siempre hay una opción para comer por unos pocos pesos.
Las 3 Violetas queda en Uspallata 2801. Teléfono: 4911-1993. Horario de atención: lunes a viernes, de 7 a 16.30.
Buena parte del atractivo turístico del interior de la Argentina son sus especialidades gastronómicas regionales, imperdibles a la hora de la visita. Pero más allá de alguna que otra feria o de artículos que cuentan con una aceitada distribución porteña, no es sencillo conseguir en Buenos Aires aquellos productos tan comunes en las provincias.
Con base en San Juan, pero también con algunas delis del resto de Cuyo, la vinería El Zonda es un buen lugar para surtirse de especialidades poco habituales por estos lares. Una casa de principios de siglo XX y un cartel en la puerta son las señas de este negocio en el que Sonia y su marido Serafín atienden a la antigua, sin apuros ni atropellos.
No se trata de una vinería tradicional, con infinita variedad, sino que tan sólo ofrecen vinos de su provincia: Bodegas Putruele, Viña Montes, Valbona, todas bodegas sanjuaninas, con etiquetas de gamas media y alta. Pero más allá de las botellas, la damajuana de 5 litros con paso por roble ($125, Viña Luciana) tiene una muy buena relación precio-calidad, ideal para reuniones grandes y asados multitudinarios.
Más allá del vino, El Zonda destaca por el resto de su oferta. Vale la pena conocer el dulce de uva en bloque ($40), con una buena acidez que equilibra el intenso dulzor. También hay arropes de chañar y tuna ($40), una suerte de almíbar oscuro y espeso que acompaña muy bien quesos de cabra.
La variedad es acotada, pero bien elegida: dulce de membrillo en cajitas de madera, aceitunas griegas en envases grandes, mamón en almíbar, aceites de oliva extra virgen, vinagres y dulce de leche de oveja son algunas de las opciones.
Otro producto para destacar son los vinos licorosos elaborados por la tradicional bodega sanjuanina Hagmann ($55), entre los que se destacan el tipo Oporto y el tipo Manzanilla.
Casi un paseo en sí mismo, El Zonda es ideal para visitar con tiempo, curiosear entre las estanterías en busca de rarezas y demorar la charla con los amables anfitriones, que saben –y gustan de– recomendar.
Vinería El Zonda queda en Av. Caseros 2164. Teléfono: 4305-3755. Horario de atención: lunes a viernes, de 9 a 13 y de 16 a 20. Sábados, de 9 a 14.
Fotos: Pablo Mehanna
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