SALí
› Por Sebastián Laffaye
Emergente directo del auge de las asambleas barriales post crisis 2001/2002, el Mercado de Bonpland agrupa a diversos productores y experiencias de la “economía solidaria”. La idea es tan simple como efectiva: un galpón en Palermo reúne cooperativas que ofrecen productos en los que no interviene el trabajo esclavo y por el cual el productor recibe un precio justo como corolario de la menor cantidad de intermediarios entre el agricultor/industrial y el consumidor.
El mercado ofrece amplia variedad de productos, desde verduras sin agrotóxicos hasta quesos, granos, textiles, cervezas, productos de limpieza y un largo etcétera. Una buena idea es dar una vuelta picando un muffin de queso azul y cebolla ($10) con una cerveza artesanal rubia Daniel O. ($18), de un buen amargor final. Amén de panes, granos y aceites, buscando se encuentran algunas perlitas, como la Sasquatsh –una cerveza de jengibre dulzona–, leche de coco natural, hongos shiitake frescos ($13 los 100 gramos) o unos adictivos choclitos en conserva ($38) producidos por la Cooperativa Flor de Jardín, de Misiones. En el local de Cecopaf se consigue miel de poleo El Arbol de San Marcos Sierras ($54 el kilo, bien oscura e intensa), queso de cabra de Santiago del Estero ($99 el kilo) o harina de maíz para hacer una polenta como la de antes, algo más trabajosa pero mucho más sabrosa. Párrafo aparte merece la yerba mate Titrayju ($25 medio kilo), cuyo nombre significa “Tierra, trabajo y justicia”, toda una declaración ideológica, que se cultiva, cosecha y envasa en Misiones por la Cooperativa Río Paraná. Secada a la leña con el método tradicional, y estacionada dos años, resiste un termo completo sin lavarse. Todos los primeros sábados de mes, aquellos que acerquen envases para reciclar reciben a cambio semillas de huerta. El mercado también ofrece talleres de cerámica, clases de baile o charlas debate sobre, por ejemplo, formación de precios. Una isla solidaria que resiste en el medio de Palermo a fuerza de buenos precios, variedad y calidad. ¡Larga vida al cooperativismo!
El Mercado de Economía Solidaria Bonpland queda en Bonpland 1660. Horario de atención: martes, miércoles, viernes y sábado de 10 a 20.
Frente al edificio del Mercado Nacional de Hacienda inaugurado en 1890 y declarado monumento histórico, se alza cada domingo –desde 1986– la Feria de Mataderos, un refugio telúrico al sur de la ciudad. Con más de 300 puestos, esta feria suma además un área dedicada a destrezas gauchescas, como corridas de sortija, y un escenario en el cual se presentan espectáculos folklóricos.
Sobre la Avenida de los Corrales, otrora camino de ingreso de la hacienda en pie a Buenos Aires, sobrevive la Recova del Mercado, una de las pocas que quedan en la ciudad, sobre la cual se encuentra el Museo Criollo de los Corrales. Allí, bajo las centenarias arcadas, una serie de comedores populares ofrecen locro ($40/50) y empanadas fritas ($10), quemantes y jugosas. En los puestos de parrilla al paso hay choripanes ($15) o suculentos sandwiches de bondiola ($25/30) y de bife de chorizo. En el área dedicada a los alimentos el surtido es abrumador, con productores de todo el país que se acercan para vender lo suyo a precios francamente amables. Quesos de cabra y de oveja ($30 la hormita), fiambres y embutidos para todos los gustos, panes con chicharrón, bidones de aceite de oliva, aceitunas que llegan de San Juan o variedad de estilos de cerveza artesanal son sólo algunos de los productos en exposición. Es recomendable darse una vuelta con tranquilidad, lo más temprano posible, probando aquí y allá antes de seleccionar entre tanta oferta. La Feria de Mataderos también guarda un espacio para los que disfrutan de trajinar los fuegos: discos de arado, prácticos limpiadores de parrilla en forma de “v”, ollas de hierro, cuchillos hechos a mano e infinidad de tablas y recipientes entre otras artesanías de toda la geografía argentina.
Ya van casi tres décadas durante las cuales, domingo a domingo, la Feria de Mataderos reúne en un mismo predio espectáculos de doma, grupos de canto y danzas, comidas tradicionales y productos regionales a precios populares. Una combinación que no puede fallar.
La Feria de Mataderos queda en Av. de los Corrales y Av. Lisandro de la Torre. Horario: de marzo a diciembre, domingos de 11 a 20. Enero y febrero, sábados por la noche.
Iriarte Verde es una cooperativa de trabajo con integrantes de los más variados orígenes, cuyo proyecto es mantener una relación constante con el consumidor, por un lado, y con los pequeños productores hortícolas, avícolas y pequeños industriales como molinos harineros, aceiteros o tambos, por el otro.
En un pequeño local vecino a la señorial avenida Iriarte se pueden comprar productos estrictamente de estación, lo que dicta la naturaleza y no las cámaras frigoríficas: por estos días, ciruelas amarillas ($25 el kilo), limas, hortalizas o zapallo Cabutia, pero la oferta cambia semana a semana. Entre los envasados, son excelentes el queso de cabra para untar Abracadabra, de Santiago del Estero, y las mieles de Pradera del Sur ($40 los 500 gramos). También hay pollos ($32 el kilo, se reservan por teléfono) y huevos de campo ($10 la media docena).
En su manifiesto, Iriarte Verde “promueve y sostiene el trabajo gestionado por sus socios, el modelo productivo de desarrollo integral, el respeto por la soberanía alimentaria de las naciones y la lucha por la disponibilidad y acceso de alimentos de calidad diferenciada, libre de pesticidas”. Además, se ofrecen actividades como el taller de huerta orgánica, seis clases dictadas por el especialista e ingeniero Bottesim.
Un plus de Iriarte Verde frente a propuestas similares es la entrega a domicilio en la Ciudad de Buenos Aires y en algunos partidos aledaños. El canasto familiar trae doce hortalizas (no se puede elegir qué viene; la selección depende de qué productos estén maduros al momento de la entrega), pesa unos 12 kilos y cuesta $178. Allí incluirá, por ejemplo, acelga, achicoria, cebolla colorada, zapallo, berenjena, repollitos de Bruselas, grillo, lechuga, morrón, nabo, rabanito, repollo, rúcula y radicheta. Hay canastos más pequeños, y también se pueden sumar frutas orgánicas y decenas de productos envasados.
Hoy en día, con los intermediarios y formadores de precio en la agenda nacional, Iriarte Verde es un buen atajo para comprar directo a los productores.
Iriarte Verde queda en Río Limay 1233. Teléfono: 4301-9710. Horario de atención: jueves de 10 a 19 y sábados de 10 a 16. Para pedidos a domicilio, chequear el sitio www.iriarteverde.com.ar.
Fotos: Pablo Mehanna
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